Capítulo 23 «Encuentra la respuesta en tus miedos»

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—¿Qué verdad? —preguntó Bill.
—La verdad —reiteró la rubia—. Sabes muy bien que Camille no quiere romper con Tom sólo porque sí.
—Brokelle, no te estoy siguiendo.
—¡Joder, Bill!—Ahora se sentía completamente estúpido, pero dejó que Brokelle prosiguiera—. Tú y tu maldita obsesión con proteger a tu hermano, parece que no le conoces. ¿En serio crees que le interesa Camille? Vamos, que hasta ella misma lo sabe y es por eso que quiere terminar las cosas.
—¿Quieres decir que Cam está enamorada de Tom y es por eso que no quiere involucrarse más? ¿Porque cree que va a salir herida?—Brokelle no sabía exactamente qué decir, sin embargo sabía exactamente que no decir, y eso era decir que su amiga estaba enamorada de Tom. Porque claro, ella no lo sabía, lo sospechaba, pero no lo aseguraba.
—No —respondió—. Camille y Tom no sirven ¿entiendes? Fue divertido mientras duró su jueguito, pero se ha acabado. Nadie saldrá herido, ni Tom, ni mucho menos Camille. A menos claro, que sigas empeñado y él que saldrá herido vas a ser tú.
—¿Yo? —preguntó extrañado, frunciendo el ceño.
—Sí, tú. Porque si terminas esta relación por semejante estupidez, yo voy a salir herida. Y si yo estoy herida, no dudes en que voy a darte un mal rato.
Bill le miró, extrañado. No, definitivamente no pensaba en terminar la mejor relación que había tenido en su vida sólo porque a su hermano iban a romperle el corazón, pero Brokelle debía entender que eran gemelos, y que si Tom se sentía mal, Bill iba a sentirlo, de manera distinta, pero al fin y al cabo lo sentiría.
—Broke, yo no planeo terminar contigo ni ahora, ni en un futuro cercano —comenzó a decir, y finalmente comenzaba a verla tranquila—. Es sólo… debes entender ¿sabes? Es como si Camille estuviese enamorada de Tom, y tú sabes que Tom sólo la está usando.
—Pero Tom no está enamorado de Camille —protestó ella.
—En realidad...—Pero no sabía cómo decirlo—. No sé si llamarlo “estar enamorado” pero le agrada, y sé que si Camille planea simplemente ignorarlo y no decirle que las cosas acabaron, se va a sentir algo mal. No deprimido, desde luego, pero no va a estar del mejor humor.
—Bien, pero Camille tampoco está “jugando con Tom”.
—Si mal no recuerdo, dijiste que toda su relación había sido un “juego”
Brokelle se tensó.
—Es más complicado que eso —musitó—, mucho más…
—¿De qué hablas? —preguntó Bill al ver el tono enigmático que Brokelle usaba en sus palabras.
—Camille no va a terminar con Tom —dijo y suspiró de manera cansina, como si todo este embrollo la tuviese exhausta. Y ahora resultaba que no sólo la relación de Tom y Camille se deterioraba a causa de la terquedad de la pelirroja, sino también la de ella y Bill. Le miró a los ojos, esos ojos que pedían a gritos explicaciones y respuestas, y llameaban de intriga en sus pupilas avellana. Debía decirle:
—Ella no va a terminar con Tom… va a matarle.
—¿¡Qué!?
Sí, Brokelle esperaba esa reacción y en ese mismo instante se arrepintió de haberlo dicho. Pero ya no podía hacer nada, más que explicarle la situación y convencerlo de no decirle nada a Camille y mucho menos a Tom.
—¿¡¡Por qué demonios no me dijiste!!? —gritó la pregunta, y ella comenzaba a ponerse nerviosa ante tantos gritos e histeria—.¡¡Camille planea matar a mi hermano y tú no me dices nada!!
Y justo en ese momento se enfocó en el mayor problema.
—¡¡Joder, dónde carajos se ha metido ese gilipollas!!
«Junto a Camille» Dijo la rubia para sus adentros.
—Brokelle, te juro que si Camille le hace daño a Tom… yo te juro que…—Pero la voz se le quebró. Tomó su chaqueta, ignoró las suplicas de Brokelle, y dio un par de zancadas hasta la puerta.
En ese momento la voz de ella lo detuvo. Cuando se volteó no creyó que ella pudiese estar tan cerca, ya que su voz había sonado alejada. Pero allí estaba, frente a él, tan cerca que lo tomó del cuello y lo acorraló en la pared.
Verla en ese instante le causó cierta atracción… la veía sexy. Pero no debía pensar en eso cuando su hermano estaba a punto de ser asesinado y…bueno, él también, y ambos por sus novias. Era irónico, que los gemelos tuviesen vidas muy similares.
—Broke…me…estás…asfi…xiando… —dijo pausadamente, a causa de la falta de espacio en su garganta. Brokelle estaba agitada, pero no enojada.
—Lo sé… y lo siento —musitó ella con mohín de arrepentimiento—. Pero…no puedo dejarte ir. Tienes que escucharme primero.
—Lo…haré —pudo decir él, de nuevo, aunque con dificultad.
—Bien, te soltaré y vas a escucharme ¿vale? —Comenzó a disminuir la presión, pero en cuanto vio que Bill saldría corriendo de nuevo, volvió a acorralarlo y clavó su mirada en él—. No creas que no lo haré de nuevo, Kaulitz.
Él comprendió que realmente necesitaba escucharla. De modo que apenas pudo asentir, dado que ahora no podía hablar de todo. Brokelle lo soltó, y él de inmediato llevó ambas manos a su cuello.
—Lo siento —repitió ella, y con un ademán lo invitó a sentarse en la cama, mientras continuaba tosiendo.
—Verás, Bill. Creo que lo que dije sonó un poco…exagerado. A Camille le asignaron un nuevo trabajo, y ese trabajo es tu hermano.
—Todo se resume a lo mismo, Brokelle —repuso él—. Va a matarlo. Y no puedo permitirlo.
—¡Podrías callarte y dejarme hablar!
Bill prefirió hacerlo antes de volver a ver a Brokelle tomándolo por el cuello y por poco matarlo. Ella continuó después de su repentino ataque de rabia.
—Bien, siento haberte gritado—Aclaró un poco su garganta—. Ahora… no, no todo se resume a Camille matando a Tom. Camille no va a matarle, aunque diga que lo hará ella simplemente no puede ¿entiendes?
—¿Y tú como sabes?—Esta vez Bill fue más cuidadoso al preguntar.
—Porque la conozco desde que tenemos tres años —respondió ella—. Dime, si Tom tuviese que matar a Camille, ¿crees que lo haría?
Bill reflexionó unos segundos, y respondió:
—No.
—Exacto, Camille tampoco.
—¿Y qué hay de su trabajo? ¿Simplemente no lo hará, y ya?
— No lo sé, Bill —respondió la rubia—. No lo sé, pero lo que sí sé es que Camille no puede matar a Tom…
—No te escuchas muy segura —apuntó Bill.
Brokelle tragó con dificultad.
—Lo estoy, Bill. Ella no puede matarle… porque sería como matar a Georg, de nuevo.
—¿A quién?
—Georg…
A Bill se le erizó la piel.
—¿Y quién demonios es Georg?
Entonces Brokelle decidió contarle. A grandes rasgos, pero lo hizo. Le contó sobre cómo había traicionado a la Organización, y Camille simplemente se negó a creerlo. También le hizo saber cuánta lo había amado, o bueno, cuando creyó ella haberlo amado. Brokelle le explicó que aunque Camille estaba ilusionada, no estaba enamorada de Georg. Que el sentimiento de culpa la confundió y todo este tiempo había pensado que lo amaba, pero en realidad no era así. O bueno, esa era una teoría de Brokelle, porque por supuesto ella no podía saber que sentía Camille.
Pero de algo estaba segura, y eso era que Camille aún no superaba la culpa, y Tom era la esencia viva de Georg. Le contó sobre como estuvo obligada a matarlo, porque si no lo hacía Georg sufriría más, porque lo golpearían y lo torturarían hasta la muerte, y eso era algo que Camille simplemente no podía soportar.
Cuando el relato concluyó Bill estuvo plenamente seguro de que Camille no lo mataría, pero sentía cierta preocupación hacia ella. Si bien Camille era una mujer fuerte, aquello era algo difícil de sobrellevar.
En ese instante reparó en la mirada de Brokelle. Se sintió estúpido por haberle gritado cuando ella cargaba con un peso tan grande como lo era saber por lo que estaba pasando Camille. Sin más dudas la atrajo hacia sí y besó su frente para después abrazarla.
—Lo siento —musitó ella.
—¿Por qué?
—Por casi matarte—Bill soltó una risa que la contagió a ella y la atrajo más hacia así.
—Siento haberme comportado como un idiota.

―●―

Sí, lo iba a hacer. Hoy mismo lo mataría.
Si alargaba más el asunto se complicaría mucho, además que de Caleb no daba señales de saber nada sobre Tom, aparte de su nombre y como lucía físicamente. Utilizaría algo tóxico, no sufriría mucho si era lo bastante letal como para matarle en pocos segundos. Además, aprovecharía la ausencia de Brokelle, que se había quedado con Bill desde la noche anterior. Ahora que lo pensaba probablemente ya habían arreglado las cosas, había escuchado que estaban discutiendo pero no llegó a preguntar el porqué.
Pero bueno, era hora de dejar de pensar en Bill y Broke, y comenzar a pensar en su trabajo, matar a Tom.
Curiosamente, y como si el destino le estuviese restregando en la cara que debía matarlo vilmente, el celular comenzó a alumbrarse y a vibrar, ella lo tomó y en la pantalla conformaban claramente las letras el nombre de Tom. Suspiró profundo, tratando de calmar la punzada en su corazón.
—¿Hola?
—Cam—La voz de Tom sonó con un timbre de alegría, algo que hizo peor la situación—. ¿Cómo has estado?
—Bien… —se limitó a responder.
—Oh, bien —Tom aclaró su garganta—. ¿Sabes? Estoy cerca de tu casa, estaba practicando en el campo de tiro, y la verdad no quiero ir a escuchar los gemidos de tu mejor amiga en la habitación de Bill —Aquello le sacó una sonrisa a la pelirroja, que pronto entendió a que se refería Tom—. ¿Te molesta si paso a verte? Ya sabes, podemos…no sé, ver un par de películas o algo así.
—Eso sería genial —dijo ella. La voz fingiendo la perfecta cantidad de interés.
—Bien, llego en cinco minutos—Terminó la llamada. Ella bajó su celular y miró fijamente a la pantalla… tal vez era hora de eliminar su número.
Y así lo hizo, presionó un par de botones y el nombre de “Tom” ya no estaba más entre sus contactos.

―●―

El timbre de casa sonó, y con él su corazón volvió a latir errático. Los pasos, lentos pero seguros, aproximándose a la puerta, a su nuevo objetivo, uno que dentro de poco ya no respiraría. Y allí estaba él, con la sonrisa jovial, mostrando una hilera de perfectos dientes blancos, contrastando con el negro de la argolla que llevaba perforando su labio.
Falsa sonrisa fue la que ella le concedió al verlo. Se hizo a un lado para que él entrase, y reparó en que llevaba un par de bolsas en sus manos, que a juzgar por el color blanco transparente, cargaba con golosinas.
—¿Vamos a alimentar a todo Frankfurt? —bromeó ella al ver la excesiva cantidad de comida.
—Si nos sobra, tal vez —dijo él con una carcajada—. ¿Dónde las dejo?
—En la cocina —respondió ella.
Tom comenzó a caminar hasta dirigirse a la habitación mencionada, y mientras Camille le seguía detrás, él dijo:
—Por lo que veo tu tobillo está mejor.
—Sí, ya puedo caminar, aunque a veces duele un poco.
—¿Alta resistencia al dolor? —dijo él arqueando una ceja. Ella se echó una risa.
—Exacto.
Y se acercó para ayudarle con la comida. Tom parecía inquieto, buscando entre gabinetes de la alacena objetos como ollas, y sartenes. Camille terminó de sacar todas las golosinas de las bolsas, y se acercó al basurero para botarlas.
—¿Qué tanto buscas? —preguntó mirándolo con el ceño fruncido.
—Mmm… ¿tienes algún tipo de horno que pueda usar?
Camille volcó los ojos en una expresión divertida.
—¿Planeas quemar mi casa? —cuestionó con fingida cautela.
—Arruinaste mi plan —respondió él, con sarcasmo—. Pero ya que no puedo llevarlo a cabo, pienso que sería mejor hacer un par de emparedados.
—Oh, ya veo —dijo ella—. Por un instante creí que podías cocinar.
Tom se volteó, ligeramente ofendido y preguntó:
—¿Insinúas que no sé cocinar?
—Más bien… lo estoy asegurando —replicó Camille.
—¡Ah, por favor! Dame los ingredientes que necesito y haré los mejores espaguetis que hayas probado en tu vida.
—Lo dudo trenzas —le cortó la pelirroja—. ¿Por qué mejor no vas poniendo las películas y le dejas la cocina a los que sí saben?
—¿Te refieres a ti? —preguntó Tom con burla.
—Oh, no—Ella pareció no importarle la insinuación de Tom, más bien la apoyaba—. Llamaré para pedir pizza.
Tom se carcajeó mientras caminaba hacia la sala de estar.
Camille tomó el teléfono, sin embargo no marcó a ninguna pizzería. Fingió hablar, dar la dirección y pedir los ingredientes que quería, pero del otro lado de la línea nadie escuchaba, anotaba o siquiera se preocupaba. Tom la podía escuchar, ligeramente pero lo hacía, y no había razón por la cual creer que estaba fingiendo, de modo que todo comenzaba a salir bien.
Tomó de todo lo que Tom había traído, un poco de Coca-Cola y lo sirvió en dos vasos. Al de ella le sirvió una pulgada menos, dado que no le gustaba mucho ese refresco, y además serviría como seña para saber cual refresco darle a Tom.
Recordó entonces que aún guardaba un poco de pentotal sódico en un recóndito gabinete de la cocina, le había sobrado de una misión de hace algunos días. Normalmente, el tener suministro de cualquier droga letal requería de varias semanas de anticipación por parte de la Organización, hacia el hombre que se las proporcionaba de manera ilegal. Pero ahora parecía que la vida le estaba jugando totalmente a favor, como si realmente estuviese escrito que ella debía matarlo ese día. Y aunque no creía en el destino, no tenía más opción.
Con suma cautela vertió un par de gotas en el refresco, se disolvió casi de inmediato. Perfecto. Los tomó a ambos, caminó hasta la sala de estar donde Tom estaba tumbado en el sofá, e hizo lo mismo que el pelinegro. Frente a él, en una mesita de vidrio esmerilado que hacía juego con los sofás, puso el vaso con refresco para Tom, se tumbó a su lado, y le dio un gran sorbo a su refresco.
Los minutos pasaron, y aunque no tenía la menor idea de qué trataba la película, su nombre o el nombre de los protagonistas, lo único que la mantenía tensa era el hecho de que aún Tom no había dado ni un mínimo sorbo a su refresco.
Ella quería preguntarle, pero sonaría muy obvio para su gusto.
—¿Por qué demonios aún no llega la pizza? —preguntó Tom mirando a su reloj. Ella dio un leve respingo, que Tom creyó había sido por a causa de la película.
—Llamaré de nuevo a ver qué sucede —le informó y se levantó. Bien, no iba a llamar realmente, pero estando allí junto a Tom y ver su última obra intacta y sin hacer ningún tipo de efecto, la estaba estresando de sobremanera. Y debía matarlo hoy mismo, en ese instante, y si no era con algún veneno, sería de otro modo.
Con pasos rápidos acudió a la cocina, allí bajó la mesa, como siempre, se encontraba camuflada una pequeña pistola, pero que serviría para el cometido de ese día. Tanteó con la mano para no tener que agacharse, la encontró y la sacó del pequeño artefacto que la sostenía, invención de su padre. La respiración era diferente, no dificultosa, pero sí acelerada, al igual que los constantes golpes en su pecho, los latidos de su corazón.
Respiró profundo, el oxígeno no lograba calmarla pero al menos la mantenía viva, y eso era lo único que se necesitaba para matar a otra persona, estar vivo. De ese modo lo veía ella. Sin el mínimo recato de esconderla o de fingir que no iba a hacer lo que planeaba hacer, con la mirada pérdida comenzó a dar pasos para salir de la cocina. El tramo entre esa habitación y la sala de estar no era muy grande, sin embargo tampoco tan corto como para poder llegar con un par de pasos.
Ella, que con pasos felinos y gráciles, emitía el mínimo sonido, no era captado por los oídos de Tom. Se encontraba detrás de él sin que pudiese reparar en su mortal destino. A poco más de un metro, colocada de manera que podía ver su espalda, y parte de su perfil.
Elevó su mano, temblorosa como la tenue luz de una candela, y posicionó el dedo índice en el gatillo. En ese mismo instante Tom se inclinó hacia adelante, y para sorpresa de ella, tomó el vaso que contenía su muerte.
Estruendo ensordecedor de un disparo, perfecto eufemismo para lo que se obligaba a sentir.

―●―

Bill despertó en ese instante, de golpe, con los ojos abiertos, tan abiertos que parecían salirse de sus órbitas. Como una pesadilla, únicamente que no sabía que había sido aquello tan perturbador que lo tenía sudando y a la vez titiritando de frío.
Estaba desnudo, el torso con una ligera capa de sudor que cristalizaba su ya pálida piel, y en su pecho la cabeza de Brokelle descansando. Ella también despertó, pero despacio, a causa del brusco movimiento de Bill.
—Cariño, ¿te encuentras bien?
—No —respondió—…algo está pasando.
—¿De qué hablas? —De repente Brokelle ya no se sentía tan somnolienta.
—Es Tom —respondió—. Es Tom… Camille… Camille le ha hecho algo.
Brokelle tomó parte de la sabana y tapó su desnudez para comenzar a incorporarse.
—Bill, ¿de qué hablas? Probablemente solo tuviste una pesadilla.
— ¡No! —vociferó él levantándose de golpe.
—¡Bill!—Ahora era ella quién gritaba. Lo sabía, también lo sentía, pero a diferencia de Bill, ella confiaba ciegamente en Camille—. Bill, lo sé. Lo sé, pero debemos confiar en ella.
—¡Va a matarle! —replicó con la voz quebrada.
—No lo hará —aseguró en un murmullo la rubia—. No puedes intervenir. Ella se dará cuenta, cuando deba hacerlo, cuando esté a punto de cometer el peor error de su vida, sabrá que no debe hacerlo.
Bill no tenía nada que objetar, pero aún así su respiración era agitada al igual que el ritmo de sus latidos. Sentía miedo, pero la mirada de Brokelle le aseguraba que todo iba a estar bien.
—Créeme que si tratas de detenerla, ella va a empeñarse más.
—Pero…—Ella lo acalló besándole en los labios. Se separó de él, pero aún mantenía el rostro del pelinegro muy cerca del suyo.
—No lo hará. Confía en ella.
—No puedo hacerlo.
—Entonces confía en mí.
Bill tragó con dificultad. Sus ojos ya comenzaban a cristalizarse al igual que los de Brokelle.

―●―

De pronto la mano de Tom se encontraba empapada de coca-cola, un casquillo de bala a unos cuantos metros lejos de él, y un pequeño vidrio incrustado en la palma de su mano. Se volteó, anonadado, y allí, acercándose a pasos ligeros y con un brillo en sus ojos casi siniestro, se acercaba la causante de su casi muerte.
—¿¡Pretendes matarme!? — preguntó Tom mirándola, extrañado. Ella sonrió ante la ironía de la pregunta. En realidad sí, intentaba matarle. Pero ¿a quién engañaba? No podía, no pudo hacerlo cuando le vio por primera vez, no podría hacerlo nunca. Sí, lo intentaba, pero con eso sólo se engañaba a sí misma.
—¿Sabes cuantas veces he fallado un disparo en mi vida? —preguntó ella con serenidad, sentada al lado de él, sonriéndole.
—¿Ninguna? —respondió Tom, no muy seguro.
—Una —le corrigió ella y se sentó a su lado —. Esa —agregó después, señalando el brazo de Tom.
—Sí, bueno. ¡Esta pudo haber sido la segunda!
Ella se echó una risa. Tom la notaba diferente.
—¿Sucede algo? —preguntó.
—Sabes… en realidad sí. Me duele el tobillo, y creo que es mejor que te vayas.
—¿Irme? Pero…no ha terminado la película —musitó mirándola, con expresión de confusión en su rostro.
—Puedes llevarte, la terminas de ver en tu casa. Necesito descansar un poco, tal vez pase a la farmacia para aliviar el dolor en el tobillo.
—¿Quieres que vaya por ti? —se ofreció Tom.
—No, iré yo… pero gracias.
—¿Segura que estás bien?
—Lo estoy, Tom.
Él se levanto sin replicar. Apagó el televisor y se dirigió a la puerta, guiado por Camille. Aunque estaba confundido no quería realmente preguntar, no tenía ni la menor idea de porqué Camille le había disparado a su bebida, pero eso sería algo que no le preguntaría en ese momento, porque se encontraba muy extraña.
Cuando estuvo en el umbral de la puerta, reparó en Camille. Con medio cuerpo escondido tras la puerta, pero aún así podía apreciar una de sus piernas en aquellos leggins de cuero. Sí, se comportaba extraña, pero nada de eso eclipsaba lo bella que era.
—Te llamaré —le hizo saber, y se acercó para besarla.




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4 Response to Capítulo 23 «Encuentra la respuesta en tus miedos»

25 de enero de 2011, 4:02 p. m.

Excelente como siempre!!!!
Jajaja ya lo había dicho, pero igual, Broke es demaciado hermosa!!! Me encata como es taan dulce y ruda al mismo tiempo!! Jajaja todo linda ahorcando a Bill! xD
Jajaja y demaciada risa, cuando le dice Cam a Tom:

"¿Por qué mejor no vas poniendo las películas y le dejas la cocina a los que sí saben?"
Y después le dice que va a pedir pizza!! xD
Y la parte del veneno ni hablar, ella es toda!!!
Y cuando disparó, si no supiera lo que se, juro que me hubiera dado un paro cardiaco!!!!
Y tan hermoso Bill como siente! (L)
Y después como en realidad le disparó al vaso excelente, simplemente Cam ya no se puede negar a ella misma más que no quiere a Tom! Tan linda ella! Y el besito del final, le dio el mejor toque!
(L) UTOPÍA (L)

27 de enero de 2011, 3:38 p. m.

Broke me ha dejado O_O con esa escena casi matando al pobre de Bill, aunque era obvio que no lo mataría pero luego me dije: ¿Y si lo mata? pero neeeeeeh xD
No imaginé verla así, hasta me dio miedo o.o tan dulce que parece, vale si es dulce, pero igual xD
Bill es el más mono del universo universal (?) Es que ama tanto a su hermano y se preocupa tanto por él (eso me recuerda a que debo encontrar un shot para pasártelo porque es hermoso, te morirás al leerlo, es la cosa más bella que he leído de ese par, amor puro de hermanos, dios lloraré T.T) Ya, no me desvío xD
Luego cuando Tom va a verla, mierda creí que le haría algo, estaba temblando y decía: no, No,No D: Primero la bebida, luego la pistola y ¡mierda! pero luego ella disparó y fui feliz :D Es que le quiere, le quiere, no podría matarlo nunca, está templada de él (enamorada, así se dice aquí) xD Esta sidra de mierda que he tomado me está haciendo hablar en jergas xD

Me encantó igual que siempre, Sou ♥♥♥♥ n.n
Ahora necesito leer el siguiente capítulo :D esto es adictivo, ya lo sabes xD

Respecto a la canción, la amo ♥ Ese cover es lo más bello :D Y como te escribí por el chat, había pensado usarlo en la segunda temporada de Please Remember, donde todos odiarán a Caro *muajajajajaj* Todo está maquiavelicamente planeado (?) xD

Ya, que espero leer el próximo capitulo ♥
Te adorooooou con el poder de Saylor moon (es la sidra, ya lo dije) xD ♥

29 de enero de 2011, 7:32 p. m.

o.O recien comentare ... buhhhhhh tirame huevos en la cara * me protejo*jijijijijiji y empiezo ........... no mejor no!!!! .... no se que decir T.T.... joder mejor empiezo antes de que te aburras xP
Siempre lo digo: Pobre Bill!!!! El tan preocupado desesperado por Tom creo que yo haria lo mismo pero no creo como el .. ¡ es su gemelo ¡ no quiero imaginar como se siente -.- y ahhhhhhhh Broke le quiere ahorcar jamas pense “ ni en mis mas sucios pensamientos jejeje “ pero asjhgsafg Bill no jodas apesar de que te estan asfixiando piensa que Broke es sexy ♥ahhhhhh èl siempre admirando a Broke
O.O Camille le salvo aunque primero quiso matarlo creo que muy en fondo de mi corazon pensaba que no le haria daño yaaaaa mentira Broke me convencio al igual que convencio a Bill ♥........ ya sabia corazon de hermano- dijo de gemelos -el instinto de Bill le desperto !!joder tendre que confiar en Broke igual que Bill ¡!
Tom sospecha waaaa la conoce un poco *creo*
Ahora me pasare al siguiente capi sayonara * asi se escribe xD*
PD: te lo dije todas las canciones que pones me derriten el corazon *lo estoy recojiendo en un vaso muajjjjjjj que asco * como se llama ?????? tengo un tipo de obsesion guardo en una carpeta todas las canciones de utopia y sus capis tambien y lo adorno con corazones por todos lados jujujujuju ... si ya se soy una loca demente por Utopia ¡!!!

Anónimo
2 de agosto de 2011, 2:15 a. m.

porfa pasate las canciones que pones en cada capiiiii