Capítulo 13 «Derrite el hielo con tu voz»

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Camille abrió de a poco sus ojos, fijando la vista en el reloj que tenía en el buró. Ya era casi el medio día, y debía ir a sacar a Brokelle de prisión. Se volteó y encontró a Tom aún dormido, de modo que se levantó y se encaminó al baño.

Una vez allí, tomó uno vaso que había en el lavabo, y mientras tarareaba una de sus canciones preferidas, terminó de llenarlo de agua. Una vez listo, salió solo un momento del baño, lo suficiente como para vaciar el vaso directo en el rostro de Tom para que este despertase.

― ¿¡Qué!?¡Joder! ― Vociferó cuando el agua lo empapó. Se levantó en un movimiento rápido, y miró a Camille frente a él, cruzada de brazos, y con una ceja arqueada ― ¿¡Qué demonios sucede contigo!?

― Ya no tienes tanta prisa para ir a ver a tu hermano ¿no? ― Camille se echó una sonrisa que más bien apreció un bufido ― Levántate ya.

Tom, tallándose los ojos, logró fijar su vista en el reloj, y cuando pudo divisar bien, no le gustó mucho la hora que era.

― ¡Joder! ― Dijo y se levantó tan rápido como pudo ― ¡Es muy tarde!

Camille estaba apoyada en el marco de la puerta del baño, y lo veía divertida mientras él caminaba en círculos y trataba de ponerse uno de sus tan holgados pantalones.

― ¿No vas a bañarte? ― Preguntó aún riendo, mientras lo veía.

― ¿Bañarme? ― Cuestionó el dando brincos para poder meter la pierna en el pantalón ― ¡Claro que no! ¿Tú vas a bañarte?

Camille asintió con obviedad.

―Entonces tendremos que bañarnos juntos, para no llegar tarde― Propuso el de trenzas, y Camille solo le miró con una ceja arqueada.

― Buen intento ― Dijo ella, y cerró la puerta.

Tom sonrió ampliamente, aunque su intento hubiese fallado. Se sentó en el diván y terminó de ponerse su pantalón.




•••




Apenas los ojos de Brokelle se abrieron, encontraron a una desliñada pelinegra frente a ella. Se asustó al principio, y se levantó tan rápido como pudo, la chica al ver su reacción también se asustó y dio varios pasos hacia atrás para alejarse.

Brokelle frunció el ceño al tiempo que tragó con dificultad, y cuando su espalda se encontró con la pared, supo que ya no podía retroceder más. Cuando la miró bien, supo que era una prostituta, quién –al ver sus pupilas- probablemente estaba drogada.

Sabía que iba era inofensiva, de modo que su corazón volvió a latir con normalidad.

― ¿Bill? ― Musitó mirando hacia los lados. Al lado de su celda, podía ver a Bill, quién yacía en el piso hecho un ovillo. Sin apartar la mirada de aquella extraña mujer, dio pasos largos y sigilosos hasta llegar a las verjas.

― ¡Bill! ― Volvió a decir para que el pelinegro despertase. Pero esta vez, logró pasar una de sus piernas entre los barrotes, y una vez así, le dio una inofensiva patada.

Bill despertó sumamente desubicado, como si a la noche anterior hubiese tenido una gran dosis de alcohol. Por un momento no supo donde se encontraba, y cuando finalmente se dio cuenta, no sabía porque estaba allí. Tallándose los ojos se incorporó y miró a Brokelle, rápidamente se levantó y logró darle un tierno beso mientras sus bocas se juntaban a través de los portones corroídos.

― ¿Dormiste bien? ― Preguntó Brokelle mientras acariciaba su mejilla.

― Sí ― Respondió Bill ― ¿Y por qué no han venido Camille y Tom a sacarnos de este lugar?

― Te dije que Camille no vendría ― Sentenció Brokelle, obviando el hecho ― Teníamos que llamar a Tom.

― Tom tampoco iba a venir ― Replicó Bill volcando los ojos ― ¿Ahora qué hacemos?

― Pues…

― Oye, tú ― Escuchó Brokelle y sacó su rostro de entre las verjas. Miró hacia atrás y había una chica, bastante robusta, y con el uniforme de la prisión. Brokelle se alivió casi de inmediato cuando vio una melena rojiza detrás del guardia.

― ¿Sí?

― Ya pagaron su fianza ― Le informó en tono hostil, mientras abría la celda ― Puede irse ahora.

Brokelle soltó a Bill y salió casi corriendo de allí. La verdad el olor de aquel lugar la estaba mareando. Cuando se encontró a Camille, la pelirroja tenía esa sonrisa socarrona dibujada en sus labios, y el brillo especial de sus ojos, el mismo que Brokelle conocía, el mismo que salía a relucir después de hacer alguna de sus maldades…

Lamentablemente para Brokelle, ella siempre era la víctima.

― Quita esa sonrisa de tu cara si no quieres que te la quite yo― Masculló Brokelle irritada. La única respuesta que obtuvo fue una carcajada.

― ¿Y Bill? ― Preguntó Tom. Todos se voltearon para ver como abrían la celda donde se encontraba el pelinegro, y éste salía alejándose lo más posible de la chica que lo miraba tan lascivamente.

Tom se echó una risa que contagió a los demás.

― ¿Por qué demonios se tardaron tanto? ― Preguntó Bill una vez que se unió a ellos.

― Tuvimos un…― Tom trató de encontrar una excusa. Y al no tenerla, miró a Camille.

― Un altercado…― Añadió ella mirando con complicidad a Tom.

― ¡Por favor! ― Bufó Brokelle cruzándose de brazos y blanqueando los ojos ― Para nadie es un secreto que Camille disfruta del mal de los demás ― Su tono de voz parecía resentimiento.

― Te equivocas ― Replicó Camille arqueando una ceja ― Yo disfruto viendo a los demás pagar por sus males. Y en este caso, me pareció justo dejarlos una noche en prisión, así aprenderán a no follar en lugares donde los puede encontrar un niño.

Súbitamente Brokelle y Bill se sonrojaron, y las risas de Tom se hicieron presentes casi de inmediato.

― Ahora vámonos, que están a punto de violar a Bill con la vista ― Finalizó Camille, y sin decir nada más, comenzó a caminar para salir de allí.




•••




― Eres probablemente la persona más desalmada que he conocido ― Le dijo Tom a Camille. Ella se encontraba limpiando meticulosamente una de sus pistolas.

― Lo dice el asesino que ha estado haciendo mi trabajo durante los últimos seis meses ― Camille sonrió de medio lado y continuó limpiando su arma.

― Exacto ― Replicó Tom ― ¿Qué tan desalmada puedes ser como para que yo te diga que eres desalmada?

Camille se echó una risilla.

― Pero no hablo de eso ― Inquirió Tom ― No niego que fue divertido dejar a mi hermano una noche en prisión, pero a veces puedes llegar a ser bastante cruel.

― Oh vamos ― Exclamó Camille sonriendo. Tom nunca la había visto sonreír así, y le gustaba cuando lo hacía― No es como si los hubiese dejado allí toda una semana.

― ¿A ti te gustaría que te dejaran una noche en prisión? ― Cuestionó Tom.

― Yo no ando por allí follando en lugares públicos― Contraatacó la pelirroja― ¿Y a que viene tanta bondad de tu parte?

― Bueno, supongo que soy una buena persona.

Camille estalló en carcajadas repentinamente. Aquella había sido una afirmación más que utópica, más que ridícula.

― ¿De qué te ríes? ― Preguntó Tom sonriendo también ― ¡Vamos, claro que soy una buena persona! ― Afirmó fingiendo estar ofendido.

― ¿Tú? ― Camille lo señaló ahora con un revólver ― ¿Una buena persona?

― Joder, baja eso si no quieres que me haga en mis pantalones ― Pidió Tom cambiando de tema súbitamente. Y es que Camille hablaba, y al mismo tiempo articulaba con sus manos, las cuales sostenían todo tipo de armas cargadas. Aquello lo estaba tensando de sobremanera, aún más cuando sabía que las armas no eran muy confiables.

― Oh, te refieres a… ¿esto? ― Preguntó Camille, y lo volvió a apuntar, esta vez directo en la frente de Tom. El pelinegro tragó con dificultad al ver como trataba sus armas como si fuesen juguetes inofensivos.

―Vamos Cam, no juegues con eso.

Camille se acercó un poco más, provocando un nerviosismo casi exagerado en Tom. Y justo cuando el arma hizo contacto con la frente de él, alguien abrió la puerta.

― ¿Cam?

La susodicha se volteó, alejando el arma de Tom, quién logró respirar normalmente cuando Camille dejó de apuntarlo.

― ¿Si?

― Evan nos ha llamado― Dijo Brokelle ― Dice que es urgente.

― Pero la misión es hasta dentro de dos horas ― Replicó Camille.

― Lo sé, pero dice que debemos vernos ya.

― ¿Tienes idea de para qué es?

Brokelle negó con la cabeza.

― Vale, bajo un minuto― Brokelle asintió y cerró la puerta.

Camille terminó de guardar sus armas, y tomó las llaves de su auto que estaban en el buró. Se miró en el espejo para cerciorarse que estaba presentable, y tomó su bolso para emprender camino al garaje.

― ¿Te vas? ― Preguntó Tom justo antes que Camille abriese.

― ¿Qué no escuchaste? ― Cuestionó Camille sosteniendo el pomo de la puerta en su mano. Tom sonrió de manera suspicaz, como si se estuviese burlando de ella.

― ¿No sospechas nada, eh?

Camille se tensó, y frunció el ceño.

― ¿De qué hablas? ― Preguntó y soltó el pomo de la puerta.

― Vamos, Cam…no me decepciones― Musitó él, y le guiñó un ojo. Tal vez ella lo sabía, pero se negaba a aceptarlo. Se quedó momentáneamente estática, hasta que Brokelle apareció de nuevo en la habitación.

― ¡Camille! ¡Debemos irnos ya! ― Y sin decir nada más, Brokelle la tomó del brazo y se la llevó casi a rastras. La pelirroja estaba como hundida en sus propios pensamientos, en sus propias conclusiones. No, Tom no pudo haber lo hecho. ¿Cuándo? ¿Cómo? Y más que todo ¿por qué?

Estaba segura que si era lo que ella pensaba, Tom iba a tener un buen escarmiento.




•••




Cuando ambas pisaron el galerón, la expresión de Evan era más que de enojo. Era de ira, decepción, e impotencia. Camille no quiso preguntar, porque de alguna manera, ella sabía que sucedía.

A pesar de eso, Brokelle sí lo hizo:

― ¿Qué sucedió?

Y de inmediato las miradas de Evan, y otros dos empleados se clavaron en ella. El castaño se rascaba la barbilla, y mantenía su expresión de enojo. Caminó unos segundos en círculos, apretando su mandíbula ante su impotencia, hasta que tuvo la suficiente fuerza como para calmarse y explicarles a grandes rasgos lo que había sucedido.

― Mataron a Dave ― Se limitó a decir clavando su mirada en ambas, alternativamente ― Nos jodieron, otra vez ― Dijo enfatizando la palabra “otra vez” y allí, miró a Camille.

― ¿Qué no se suponía que estaban muertos?

Camille se tensó, y tragó con dificultad.

― Lo están ― Mintió, sabía muy bien que en realidad, estaban descansando en su habitación de hotel ― Estoy segura de eso.

― ¿¡Y qué demonios es esto!? ― Vociferó Evan a punto de perder la cabeza. Tiró un pequeño papel doblado, que tenía una nota escrita. Camille lo tomó y lo leyó en voz baja:

“¿Te ha gustado mi sorpresa?”

«Mierda, mierda, mierda» Decía para sus adentros, recordando la sonrisa de Tom. Esa sonrisa que lo decía todo y a la vez nada. ¿Cómo pudo ser tan estúpida? ¿Cómo pudo dejarse de él? Le iba a matar, o mejor que eso, le iba a torturar. Ahora sería más fácil, él estaba en su habitación, y probablemente no sospecharía nada. Sí, estaba segura, ese mismo día… se iba a deshacer de ese estorbo.

Sin darse cuenta sus manos ya habían arrugado la nota, y sus uñas se estaban clavando en la palma de su mano.

― No es para tanto ― Comentó Brokelle, quién al parecer de Camille, estaba demasiado tranquila.

― Es fácil decirlo para ustedes ― Inquirió Evan y sus fosas nasales se abrían más con cada palabra ― Tú eres la mejor amiga de su…

Y entonces Camille le miró, y Evan supo que no debía decirlo. Ni siquiera debía pensar en decirlo, pues él más que nadie sabía que Caleb no tenía ningún tipo de preferencia con Camille solo por ser su hija. ― La mejor amiga de Camille ― Terminó por decir, y apartó su mirada de la pelirroja.

― No me vengas con esas mierdas ahora, Evan ― Replicó Camille irritada ― Tú mejor que nadie sabes que mi parentesco con Caleb no tiene nada que ver con mi trabajo.

― Tranquilízate Cam― Murmuró Brokelle apenas audible para Camille. Y ella obedeció, porque Brokelle era probablemente, la única persona en el mundo que podía aminorar su temperamento.

― Yo me encargaré de ellos ― Dijo Camille ― Esta vez no van a jugar conmigo― Y sus ojos obtuvieron un brillo que Brokelle desconocía.

―Espero que así sea ― Concluyó Evan, y Camille no tardó mucho en salir de allí a paso firme. Brokelle la seguía, casi corriendo para tratar de alcanzarla, y es que Camille caminaba y en lugar de dar pasos, daba zancadas.

Por más que Brokelle le gritase que se calmara, Camille hacía caso omiso. Sólo quería tenerlo en frente, verlo a los ojos y hacerle saber que con ella no se jugaba.

― Camille por el amor de Dios, cálmate ― Pidió Brokelle cuando pudo alcanzarla. Camille continuó su caminó hasta llegar al elevador.

― No te metas en esto Brokelle ― Sentenció Camille, y la piel de la rubia se erizó. Habían sido pocas veces las que Camille llamaba a su mejor amiga por su nombre completo, y cuando lo hacía, no era que la situación fuese la mejor.

Brokelle se detuvo a mitad del pasillo, cansada de seguir a Camille. No iba a hacerla entrar en razón, no podía hacerlo. Se limitó a correr a la habitación con Bill, al menos así evitaría que la pelirroja le hiciese algo.

Camille abrió la puerta de la habitación, y lo primero que vio fue a Tom de pie, al lado de la cama. Llevaba un pantalón de pijama, y el dorso desnudo, pero Camille estaba demasiado ensimismada en su ira como para notar sus abdominales marcados.

― Cam, qué bien que lle…

Pero la fuerza que Camille ejerció en su garganta lo hizo callar de inmediato. Dio un par de pasos, obligando a Tom a retroceder hasta acorralarlo contra la pared. Una vez allí, ejerció aún más fuerza en su mano, cortándole la respiración a Tom momentáneamente.

Con su otra mano libre, sacó una pistola que tenía en su cadera, y apuntó a Tom directamente en la sien. El pelinegro estaba más que asustado, él nunca había visto a Camille de esa manera, y ahora que descubría esa faceta de ella, le causaba cierto temor.

― ¿¡Quién cojones te crees!? ― Vociferó Camille clavando su mirada en él ― ¡¡Responde si no quieres que vuele los sesos!!

― Cam, cálmate…― Musitó Tom con lo que apenas le salió de voz.

― ¿¡Que me calme!? ¿¡¡Quieres que me calme!!? ― Cuestionó Camille y presionó más el cuello de Tom ― ¡¡Voy a calmarme cuando desaparezcas de mi vida!!

― Camille, por favor…

― ¡¡No quiero escucharte!! ― Gritó ella ― ¡¡No quiero verte!! ¡¡Dime de una puta vez que quieres de mí!!

― Te lo diré, pero por favor…

― ¡¡Ni se te ocurra pedirme que baje el arma porque lo haré cuando ya te haya matado!!

― Cam, por favor, no lo hagas

― ¡¡Eres un gilipollas!! ¡¡Un maldito cobarde!!

Tom estaba más atemorizado, Camille parecía otra persona completamente diferente. No podía juzgarla si ella tenía razón, él había estado jugando con la muerte, burlándose de ella, haciéndola perder su paciencia. Pero ahora, justo en ese momento, ya no sentía tantas ganas de volver a hacerle una broma de ese tipo.

Sus pupilas grises debían estar ahora del color de su cabello si fuese posible. Estaba tan enojada, que las palabras no podían expresar lo que sentía. Ella, su semblante, su mirada, su mandíbula tensada, Tom podía hasta jurar que su aura se estaba tiñendo de rojo.

Ella le iba a disparar, lo iba a hacer. Se iba a liberar de él, y de lo que significaba, no iba a cometer el mismo error, no...

…Hasta que disminuyó la presión en la garganta de Tom

― Eres un enfermo ― Espetó cuando lo liberó completamente. Tom frunció el ceño, y después, guiado por la mirada de Camille, miró hacia abajo. Aquello parecía una carpa.

― No puedo controlarlo ― Se excusó. En otro momento a Camille le hubiese dado gracia, pero ahora parecía que simplemente no lo había escuchado. Se tumbó en la cama, con su pistola aún en la mano. Se estiró y miró al techo, perdiéndose en lo blanco, escuchando los latidos rápidos de su corazón, y su respiración agitada.

Estaba exhausta.

Entonces Tom se tumbó al lado de ella, y Camille simplemente cerró sus ojos. La intensidad de su discusión comenzó a disiparse en cuanto sintió la calidez de los labios de Tom acariciando los suyos. Un roce apenas perceptible, y sus sentidos parecieron difuminarse. De repente la mano de Tom tomaba la de ella, y las unía entrelazando sus dedos.

― Lo siento ― Susurró él con su boca aún apegada a la de Camille. No obtuvo respuesta.

Camille no movía sus labios, no movía su lengua…pero Tom tampoco. Aquello no podía llamársele un beso, aquello era diferente, un roce, como si los estuviese acariciando, en ningún momento pensando en algo relacionado con el sexo o sus derivados, si no pensando en su tacto, en la electricidad que éste les causaba. Ni siquiera uniéndolos, sólo…rosándolos.

De pronto la puerta se abrió.

Tom maldijo por lo bajo, y volteó su cabeza solo para encontrarse con Bill en el umbral de la puerta, con los ojos más abiertos de lo normal.

― Lo siento ― Se limitó a decir el de cresta, y cerró la puerta tan rápido como pudo.

La magia del momento se desvaneció al instante, de modo que Tom se apartó de ella y se incorporó. Camille mantuvo su posición estática en su cama, hasta que Tom le habló:

― Alístate ― Le dijo, y pareció una orden. Camille se incorporó con lentitud.

― ¿Para qué?

― Ya verás ― Se limitó a responder Tom, y le guiñó un ojo.

Sin replicar nada, Camille se incorporó y tomó su maleta. De allí sacó un par de prendas para ponerse, supuso que no irían a algún lugar muy elegante, así que tomó lo más sencillo. Tom también se vistió sencillo, con una de sus camisas de franela a cuadros azules y blancos, con un pantalón de color beige.

Minutos más tarde, después de que Camille estuviese en encerrada en el baño por casi una hora, salió con un vestido gris oscuro que le llegaba un par de centímetros más arriba de la rodilla, unas medias negras y unos botines del mismo color.

Culminó el atuendo con una de sus amadas gabardinas, y camufló una pistola entre su bolso.

― Me gusta como te ves ― Dijo Tom, y Camille simplemente le ignoró. Tomó su bolso y abrió la puerta de la habitación, mientras Tom caminaba tras ella.

A la mitad del pasillo, Brokelle salió con Bill, tomados de la mano. Camille supuso que ellos también irían, de modo que todos se dirigieron al elevador y marcaron el primer piso.




•••




Los cuatro caminaban por el Campo de Marte, el parque en el que estaba situada la torre Eiffel. Brokelle y Bill tomaban fotos y reían, se tomaban de la mano, a veces se besaban, y otras se abrazaban. Por parte de Tom, el quería hacer lo mismo con Camille, pero desde el incidente de la tarde, no sabía como podía reaccionar ella.

Camille caminaba, y a veces reía por las ocurrencias de Bill. Trataba de evitar a toda costa la mirada de Tom, o cualquier otro tipo de contacto con él.…

Todos subieron los escalones hasta llegar al primer nivel, donde había una linda galería. Bill y Brokelle se entretuvieron escuchando la historia del edificio, mientras en una esquina, alejada, estaba Camille. Parecía estar ida, o más bien aburrida. Para Tom era completamente imposible concentrarse cuando ella estaba de esa manera, tan distante y fría. Algunas veces se volteaba para verle, pero ella miraba siempre hacia el lado, y no se percataba de la mirada de él.

― Y eso es todo, acompáñenme para visitar el segundo nivel ― Dijo el guía turístico. Tom sacudió la cabeza para despertar de su trance, y se agrupó con la multitud para subir los otros escalones.

Una vez que subieron se percataron de un lujoso y romántico restaurante que tenía como nombre “Jules Verne” Tenía una vista preciosa, a toda París. Aquel lugar era más que majestuoso, y Tom no tenía con quién disfrutarlo. Para Bill parecía que sólo existía Brokelle, y para Camille, parecía que sólo existía ella.

Tragó con dificultad, y trató de poner atención a lo que decía el guía turístico sobre la construcción del restaurante y la visión del dueño al hacerlo. Se decía que era uno de los mejores restaurantes en todo París, además de ser el más romántico. También era sumamente costoso, pero para Tom aquello no era problema. De pronto se le ocurrió una idea, y quiso planteársela a su gemelo, pero este estaba envuelto en una situación muy melosa con Brokelle, y no quiso interrumpirla.

Así que decidió contársela hasta el día siguiente. De nuevo el hombre que los guiaba hacía señas para pasar al siguiente nivel, y les hacía saber que aún quedaba uno más por ver. El mal llamado “cuarto nivel”, que presumía la mejor vista en toda la torre. Tom caminó lentamente esperando a que Camille entrase al elevador, pero esta nunca lo hizo. En lugar de eso, se quedó en el centro del nivel, sin ver a los lados, tragando con dificultad.

Tom se acercó a ella con cautela:

― ¿Cam?

La pelirroja alzó la vista, y su mirada no reflejaba sentimiento alguno.

― ¿No vas a subir?

― No ― Se limitó a responder.

― ¿Puedo saber por qué?

― Lárgate

Pero Tom era tal vez tan terco como ella, y no se iba a ir tan fácilmente.

― Vamos, ¿aún estás enfadada?

― Déjame repetírtelo una vez más ― Masculló Camille, y las próximas palabras las dijo pausadamente: ― Lár-ga-te.

― No-quie-ro― Replicó Tom sonriendo de lado. Esa misma sonrisa cínica y encantadora que a Camille le fascinaba, pero que ahora sólo encontraba fastidiosa. ― No me obligues a subirte…

― Si me tocas un solo cabello juro que…

Pero no le dio tiempo de terminar, porque Tom ya la estaba cargando. Colocó una mano en su espalda, y la otra bajo sus rodillas, y a pesar de las patadas de Camille y sus amenazas, logró subirla al elevador y marcar el botón para que empezaran a ascender. ― ¡Eres un idiota! ― Vociferó Camille ― ¡Bájame ya de aquí!

― Cálmate, que vas a hacer que te suelte ― Inquirió Tom y espero unos segundos a que las puertas se abriesen.

Cuando así lo hicieron, todas las miradas se clavaron en ellos. Algunos turistas tomaban fotos, algo que hacía la escena aún más bochornosa, otros tantos murmuraban indignados, y otros como Brokelle y Bill, reían por lo bajo.

― Joder, te juro que voy a matarte cuando lleguemos al hotel.

Tom sonrió y finalmente soltó sus piernas para que ella caminase. Pero cuando ella estuvo allí, de pie, mirando a los lados, sintió una sensación de vértigo que la recorría desde la cabeza hasta la punta de sus dedos. Se mareó momentáneamente, y antes de que Tom diese un paso alejándose, Camille lo tomó y lo aferró a ella.

Tom sonrió al ver como ella le abrazaba con tanto ímpetu, casi haciendo añicos sus pulmones, y por ende, dificultando su respiración.

― Oye, dijiste que me ibas a matar en el hotel, no aquí― Dijo Tom y Camille apenas alzó la cabeza para fulminarlo con la mirada. Tom pensó en lo que sucedía, en el comportamiento de Camille, en como no veía a los lados y ahora que estaban en la cúspide del lugar, ella mantenía sus ojos cerrados. En sus labios se dibujó una sonrisa maléfica, y con burla en su voz se dirigió a ella:

― No puedo creer que le tengas miedo a las alturas ― Y soltó una carcajada.

Si Camille hubiese estado en otra circunstancia, lo hubiese soltado y maldecido hasta más no poder. Pero estaba frente a uno de sus peores miedos, y abrir sus ojos para soltarlo, no estaba entre sus opciones.

Tom logró que ella dejase de estrujarlo, y cuando la pelirroja abrió los ojos, parecía más una niña asustada que cualquier otra cosa.

― Tranquila ― Musitó él al ver su rostro lleno de preocupación. De alguna manera, estaba conmovido― Nadie ha muerto aquí, o al menos no todavía ― Camille lo fulminó con la mirada.

― Eres un idiota ― Espetó, pero aún así no soltó su mano.

― Vamos, tienes que ver esto…― Dijo Tom y trató de hacerla caminar, pero ella se quedó estática, e hizo fuerzas para no moverse ni un solo centímetro.

― Cam, todo está bien ― Le hizo saber con un dejo de ternura en la voz ― Vamos, no es nada.

Camille tragó con dificultad y dio un par de pasos.

― Cierra los ojos, y yo te diré cuando abrirlos ― Camille le miró con desconfianza, pero unos segundos después, cerró sus ojos.

Guiada por la mano de Tom, Camille dio sus cautelosos pasos hasta llegar a una baranda, donde estaban la mayoría de turistas apoyados, tomando fotos y disfrutando de la hermosa vista. Era cierto, París a sus pies se veía aún más enigmático y hermoso. Tom sonrió y dirigió sus ojos a Camille.

― Abre los ojos ― Murmuró él. Camille los abrió de a pocos, con suma lentitud. Y cuando al fin vio hacia al frente, se empalideció más de lo que ya era.

― Joder, sácame de aquí ― Espetó abrazándose de Tom, y este lo único que hizo fue sonreír. Entonces decidió jugarle una pequeña broma.

― Mierda ¿sintieron eso? ― Preguntó a Bill y a Brokelle, quienes se prestaron para la broma. Todos pusieron su mejor expresión de asustados, y Camille por poco muere de un paro cardíaco. Al ver su rostro asustado, Tom ensanchó su sonrisa.

― Sólo bromeaba ― Inquirió y soltó una sonrisa traviesa.

― Te odio ― Soltó Camille fulminándolo con la mirada, y escondió su rostro en el pecho de Tom.

A él no le importó más el miedo de ella, o lo que podía sentir en ese momento. Sólo le importó tenerla tan cerca de él, abrazándose de su pecho, protegiéndola de su peor miedo.

Se sintió bien.



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5 Response to Capítulo 13 «Derrite el hielo con tu voz»

8 de noviembre de 2010, 7:05 p. m.

waaaaa quiero leer el capi pero me estan botando solo pude leer anuncio importante

Anónimo
9 de noviembre de 2010, 11:01 p. m.

Ahhhhhhhhhhhhh!! maldicion!! es sorprendente todo lo que este Fic causa en mí es que es simplemente adictivooooo (necesito unos putos íconos justo ahora) xDDDD

A ver a ver, por donde empezar? ptm no se xDD
Bill durmiendo en la celda hahahah me imagino a Bill en una celda todo asi asustado y encima que es medio divo hahahahah mas lindo ♥
Me sorprende que Tom le tenga miedo Cam, porque digo, el wn tambien es asesino? entonces de qué miedo habla? mejor que la mate a punta de p.... xDDDD creo que la noche me pone media caliente jhsjashajsha

No sé porqué pensé que Cam le haría algo a Tom o.o yo dije: lo mata, adios Tom !
pero no hahah es que cómo podrían matarlo si el frentón es una monada n.n
Tom no se controla ni estand al borde de la muerte ¬¬º se le tenía que parar Alien en el momento preciso hahahaha este wn no cambia ni cambiará nunca xD

NO ME IMAGINO A CAM CAGANDOSE DE MIEDO xD pero esa escena me pareció sumamente tierna *ojitos* la imaginé toda una niña abrazándose a él y el wn nada tonto aprovechando la situación hahahah como amo a Tom ♥

Quisiera que se queden ahí por siempre porque así Cam no puede hacer mucho xD además de estar abrazada a Tom... así que eso me gusta (:

Me tardé en leer como mierda ¬¬º pero es que mi vieja necesitaba la pc y me jodió todo por casi DOS HORAS Ò.Ó y yo: MAMA TENGO QUE HACER UN MALDITO TRABAJO DE LA UNIVERSIDAD!!!!!! y ella: =O ok hijita entra entra! xD y yo la más molesta asi de: ptm mamá, he perdido tiempo, ahora me tendré que amanecer xDDDD

Ya, ya, el capi.... ¿siempre digo que me encanta, no? xD pero es que todos me encantan, amo todos los malditos capis, amo cada palabra ptm cada letra cada punto ¡carajo! ¿qué va a ser de mí cuando UTOPIA termine? ¿ah? ¿ah? dime!! xD
te juro que tendrás que hacer esta fic eterna porque desde YA te digo que no quiero dejar de leerla nunca.... y ahora se me ha ocurrido una idea pero no te la diré hasta que todas las temporadas de la fic terminen (y espero que sean muuuchas) y haré algo xD

Ya, me largooooo (: y tranquila no mataré a Simone o tal vez si no lo sé xD

Te adooooooooooooooro mil millones de euros al infinito (?) ♥

Anónimo
9 de noviembre de 2010, 11:17 p. m.

Ptmmmmmmmmmm estoy molesta porque te había dejado el comentario más largo de toda mi puta vida y se me corro Ò.Ó ahhhh pero no importa intentaré hacerlo de nuevo u.u xDDD

Por dónde empecé? ya ni lo recuerdo xD
Oww la parte de Bill en la celda hahahah me lo imagino a Bill todo asustadito en un rincón cagandose de miedo y de asco hahaha encima que es medio Divo el wn xDDD

Y Tom dice que le tiene miedo a Cam? pero si el wn tambien es asesino?? hahahah es un idiota ! mejor que la mate a punta de p.... ahaha la noche me pone medio caliente xDD joder! he perdido toda vergüenza desde que conocí a Tom xD

Te juro que yo pensé que Cam le haría algo, yo dije: lo mata! PERO NOOOO y cómo lo va a matar si Tom es una monadaaaa ♥

Este maldito puto no se controla ni estando al borde de ser asesinado ¬¬º tiene una pistola en la sien y se le tuvo que parar el pájaro ¬¬º Tom no cambia ni cambiará nunca en la vida, ni en la vida real ni en los fics hahahahah él es así por siempre hasta morir xDDD

NO ME IMAGINO A CAM CAGANDOSE DE MIEDO POR LAS ALTURAS xDDDDDDD pero me pareció tan tiernoooo n.n deberían quedarse a vivir de por vida en ese lugar asi Cam estaría siempre abrazada de Tom wwwww que lindoooo!!! y el idiota se aprovecha de la situación como siempre ¬¬º nada tonto el chico aunque en la vida real creo que es medio lento ssjaksjaksja

El capi.... ?siempre digo que me encanta, no? es que siiiiiiiiii, me encanta, lo amoo, amo todos los capis, amo las malditas palabras, las putas letras ¡carajo! amo todoo AMO UTOPIA!!! que va a ser de mí cuando este fic termine? te has puesto a pensar en eso Sou? ah? ah?
Te digo desde YA que UTOPIA tendrá que ser ETERNA porque esto es simplemente adictivo para mi ♥ no quieor que termine nuncaaaaaa T___T ptm esto debería ser una serieeeee ahhh! y se me ha ocurrido algo xDDD pero no lo sabrás hasta que todas las temporadas del fic esten terminadas y espero que sean muuuuuuuchas eh (: tengo algo en mente para la mejor fic que he leído (:

Ptm he tardado como DOS HORAS en leer el capi porque mi vieja me pidio la pc ¬¬º y yo pasaba a cada rato y l edecia: ya? y ella: si si!
hasta que me harté y dije: PTM MAMAAA TENGO QUE HACER UN TABAJO DE LA UNIVERSIDADA Ò.Ó y ella asi de: oh ho ok hijita! y yo la más molesta: me has hecho perder tiempo, ahora me tendré que amanecer xD

Espero haber puesto todo lo que puse en el anterior comentario que se me corro ¬¬º xD

Te quiero mil millones de euros al infinito (?)
Ya quiero leer pronto y tranquila que no matare a Simone o tal vez sí no lo sé hahahah

Te adorooo Sou ♥

Anónimo
9 de noviembre de 2010, 11:18 p. m.

ptm wna si se había publicado xD soy uan pelotudasaaaaa xD creo que es el sueño, ando medio dormida hahahahahahahahahhaah

11 de noviembre de 2010, 12:09 p. m.

al fin lei el capitulo -.-
bill durmiendo en la carcel que penita ... pero como dijo camille ... para que no esten follando en cualquier sitio!!!
camile quiso matar a tom !!!!!! menos mal que se controlo gracias a su amigito de tom jijiji
fobia a las altura no pude creerlo yo pense que se hacia para poder tirar a tom u.u
genial ya se estan enamorando
se quedo en una parte en ni que decir abrazaditos ahi waaaaaaaa hoy el capi ya lo estoy esperano xD