Capítulo 19 «Al Filo Del Abismo»

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Camille tomó con suavidad el pañuelo de seda que tenía en un compartimento de su bolso, lo sacó, y procedió a limpiar el hilillo de sangre que resbalaba por la nariz de Tom. Después de haber golpeado a aquel chico, cuando el pelinegro se volteó, quedó inmediatamente noqueado por uno de los amigos del rubio que Tom recién había golpeado. Un golpe rápido, directo en el rostro, pero que lo dejó inmóvil momentáneamente.
En vista de eso, Gustav decidió defender a su amigo, y propinó un puñetazo directo en el estómago del chico, dejándolo sin aire, retorciéndose del dolor mientras se tomaba el abdomen. Al percatarse de la pelea que se estaba formando, un par de guardias del Club les pidieron de mala gana que desalojaran el lugar, algo a lo que se vieron obligados a hacer eventualmente.
―Estarás bien ―aseguró Camille después de quitar todo rastro de sangre. Se incorporó de la cama en la que estaba sentada, al lado de Tom, quien yacía casi dormido y...ebrio.
―Pero aún me duele ―objetó Tom cual niño emberrinchado. Camille esbozó una sonrisa.
―Apuesto a que has tenido golpes peores ―replicó dejando en el buró de Tom su pañuelo ensangrentado. Se volteó y caminó hasta la puerta, justo cuando tomó el pomo la voz de Tom la detuvo.
―Espera ―dijo él. Camille se volteó.
―¿Podrías quedarte conmigo? ―pidió Tom tragando con dificultad, y mirando a Camille con ojos centelleantes. Debía admitir que ebrio, Tom se veía completamente adorable.
―No puedo ―repuso Camille después de un momento de silencio.
―Anda, podríamos hacer cochinadas por la noche…―dijo Tom a manera de incentivo. Camille no pudo hacer más que echarse una risa.
―No cambias ni estando ebrio, ¿eh? ―dijo, enarcando una ceja―. Que tengas buena noche, Tom ―se despidió, y de nuevo se volteó para tomar el pomo.
―Al menos… ¿podrías darme un beso de despedida? ―Camille se quedó petrificada en el umbral de la puerta. El tono de voz que Tom empleó en ese instante era diferente, no como siempre seductor y cínico, sino sincero. Sonrió y se volteó, hasta dar un par de pasos y llegar a él.
―Que descanses ―musitó, e inclinó su cuerpo lentamente hasta alcanzar la calidez de los labios de Tom. Estos la recibieron en un momento de magia y electricidad, algo que pudo apreciar con el efímero contacto que tuvieron sus bocas. Se separó de él lentamente, como si no quisiese hacerlo, y lo observó sonreír a medida que ella elevaba de nuevo su cuerpo.
Sin más, salió de su habitación y cerró la puerta con suma cautela. Bajó los escalones de la casa de los Kaulitz, y caminó hasta la sala de estar, al encuentro con los demás.
―Se ha dormido ―informó Camille al llegar―. Está un poco adolorido, pero se le pasará en unos días.
―Le duele estando ebrio, imagina cómo será mañana ―dijo Gustav torciendo el gesto.
―La va a pasar peor con la resaca ―añadió Brokelle y todos asintieron, formando un mohín de lástima en sus rostros.
―Yo digo que lo droguemos con morfina hasta que se le pase el dolor ―propuso Bill y de inmediato todas las miradas se clavaron en él. Las chicas volcaron los ojos.
―Creo que es hora de irnos ―intervino Brokelle. Todas asintieron y se despidieron de sus respectivas parejas, o al menos así lo vio Camille cuando Charlotte se despidió de Gustav con un rápido beso en los labios, que por poco pasó desapercibido. Brokelle hizo lo mismo con Bill, y en vista de que Camille ya se había encargado de Tom, se limitó a despedirse con un simple abrazo de los chicos.
Finalmente las chicas se adentraron en el auto, y Camille le pidió a Brokelle que ella manejase, dado que había sido la que menos había tomado. Brokelle aceptó y emprendió camino a su casa.

―●―

A la mañana siguiente, Camille se levantó temprano, algo a lo que ya estaba comenzando a acostumbrarse, y no le desagradaba en lo más mínimo. Por el contrario, ahora sentía que aprovechaba mejor sus días. Ató su bata a la cintura, y bajó los escalones guiada por el delicioso olor a tocino frito en la cocina. Allí Brokelle y Charlotte reían y tomaban un poco de café.
―Buen día ―saludó Brokelle al tiempo que Camille se sentaba en la silla―. ¿Tienes hambre, o comerás más tarde?
―Creo que comeré ahora, pero me haré un poco de cereal.
Brokelle se encogió de hombros y volteó los tocinos para evitar que se quemasen. Mientras tanto, Camille se acercó a la nevera y sacó un poco de leche. Después abrió una de las puertas de la alacena y sacó un tazón y el cereal.
―¿Han sabido algo de Tom? ―preguntó al tiempo que vertía la leche.
―Bill ha llamado y dijo que está a punto de darle morfina ―Todas soltaron una carcajada―. Pobre chico ―comentó Brokelle―, yo no vi el golpe, pero por como quedó su nariz, supongo que fue realmente brutal.
―Lo fue, no tienes ni idea ―inquirió Camille.
―¿Y por qué fue? De un momento a otro Bill salió corriendo diciendo que habían golpeado a Tom, pero cuando llegamos y pregunté por qué, nadie quiso responder.
Camille se llevó una bocana de cereal a la boca, y después de masticar, respondió:
―Ya sabes cómo son los chicos, se pelean por todo―dijo restándole importancia. Nadie objetó nada, dado que Camille había dicho su mentira con mucha naturalidad.
Estaba claro que no les diría la verdadera razón, serían muchas preguntas y ella no tenía ganas de responder cuestiones que, en su mayoría, rondarían en torno a la palabra «celos». Una palabra que no le agradaba para nada.

―●―

―¿Estás bien? ―preguntó Bill al ver a su hermano quejarse cada vez que llevaba algo de comida a su boca.
―Claro que no, idiota ―refutó Tom irritado.
―No lo entiendo, Tom ― dijo Bill negando con la cabeza―. Tú no eres del tipo que se pelan en los clubes…
―El tipo era un idiota ¿vale? Tenía que partirle la cara para que se diese cuenta…
―Pero has dicho que no recuerdas nada de anoche.
―Después del golpe que me dejó el rostro como lo tengo ―aclaró Tom―. Pero antes de eso, recuerdo todo con exactitud.
―¿Y entonces por qué lo golpeaste?
Tom se quedó pensativo. ¿Debía contarle a su hermano? Si lo hacía, era casi seguro que su hermano lo molestaría con esas mierdas de estar enamorado y esas cursilerías. Pero por otro lado, la ira que sentía al recordar a aquel idiota besando a Camille tenía que ser descargada de alguna manera.
De modo que decidió contarle.
―Este tipo…―comenzó arrugando la nariz. Aunque al hacerlo sintió un agudo dolor en esa parte en específico―. Él… estaba bailando con Camille.
―¿¡Y lo golpeaste sólo por eso!? ―se escandalizó Bill. Tom le lanzó una mirada que de inmediato lo hizo callarse.
―No sólo eso… De repente noté que Camille se ponía incómoda porque el chico la estaba besando…en la nuca. Tiene un tatuaje ¿sabes? ―Tom se quedó absorto en la imagen del tatuaje―. Oh, el tatuaje. Es el tatuaje más sexy que he visto en mi vida… Probablemente continúe hasta la espalda, debería ¿sabes? Tiene una espalda realmente bonita y… apetecible… y…—Bill aclaró su garganta, haciéndole saber que no quería escuchar sus fantasías con Camille―. Claro, lo siento―Tom retomó la conversación―. Como te dije, el chico la estaba besando, y obviamente Camille no quería. En un instante la tomó muy fuerte, lastimándola. Lo pude ver porque Camille hizo una mueca extraña… En fin, la besó a la fuerza y yo… simplemente lo golpeé.
―¿Así que estabas celoso? ―preguntó Bill, y en sus labios había un indicio de que pronto se formaría una sonrisa maliciosa.
―No ―respondió Tom apresurado―. Dime, si un chico besara a Brokelle a la fuerza, lo golpearías, ¿no?
―Desde luego ―dijo Bill― Pero evidentemente sería porque estoy celoso.
―No, no. Veámoslo desde otro ángulo―Bill volcó los ojos ante la insistente negativa de su hermano―. Mira… si hay una chica completamente desconocida en un club, y un chico la está lastimando ¿qué harías?
―Pues…
―¡Lo ves, también lo golpearías! ―respondió Tom por su hermano―. Hice lo que debía hacer, y lo que es correcto. No es nada de celos ni esas estupideces, no es como si Camille fuese algo mío…
—No lo es, pero te gustaría ―inquirió Bill.
―Tengo lo que quiero tener ¿vale? Una chica con la que puedo follar sin compromisos.
―Lo gracioso es que aún no te la follas, y ya tienes un compromiso con ella. Irónico ¿no? ―Bill sonrió de manera burlista.
―¿Y tú como sabes que aún no me la follo? ―cuestionó Tom.
―¿Le has echado un vistazo a la gaveta de tu buró últimamente, la que tiene tus condones?
―Claro que sí, casi a diario ―alardeó Tom. Bill se echó una carcajada.
―Entonces habrás notado que no tienes ni uno sólo, y que yo los gasté todos cuando fuimos a París.
―¡Eso no prueba nada! ―objetó Tom ―. ¿¡Y qué por qué carajos no compras tus propios condones!?
―Esto no es sobre los condones Tom. Es sobre el hecho de que te guste Camille, y no puedas aceptarlo.
―Claro que no, lo que hago es únicamente por trabajo ―refutó Tom.
―Y espero que así sea ―dijo una voz ajena a la de los chicos. De inmediato se voltearon y encontraron a Gordon en el umbral de la puerta.
Ambos tragaron con dificultad.
―Gordon ―musitaron al unísono. El aludido sonrió adentrándose a la cocina y tomando una manzana.
―Tengo que hablar seriamente con ustedes ―les hizo saber, y los chicos supieron que no era nada bueno que Gordon les hablase así. Aún cuando Gordon era solamente su padrastro, había hecho tanto por ellos que ya los consideraba como sus hijos, y ellos como su padre biológico. De no ser por él, los chicos probablemente en ese momento no estarían con vida, y era algo que ellos apreciaban y de lo que estaban sumamente agradecidos.
―A la biblioteca, en 15 minutos ―dijo y salió de nuevo de la cocina. Bill y Tom compartieron una mirada, y luego escucharon decir a Gordon mientras se alejaba:
―Y Tom, espero que vayas con camisa―El susodicho miró hacia abajo y se percató de su torso desnudo.

―●―

Después de terminar su desayuno, y obviamente ponerse una camisa, Tom y Bill se dirigieron a la biblioteca de su casa. Allí Gordon pasaba la mayor parte de su tiempo, estudiando, leyendo, y buscando noticias en internet sobre homicidios. No tocaron la puerta, simplemente entraron y se sentaron en las dos sillas que había frente a un escritorio, el mismo donde se encontraba Gordon escribiendo algo en su laptop.
―¿Y? ¿Para qué nos necesitas? ―preguntó Tom.
―Un minuto ―pidió Gordon. Terminó de escribir algo, probablemente lo guardó, y finalmente les miró. Parecía estar nervioso.
―Ya sé que fueron a Francia ―les hizo saber, alternando su mirada de Bill a Tom. Los gemelos compartieron una mirada y volvieron a mirar a Gordon.
―Lo sentimos ―dijeron al unísono, como por inercia.
―No, no ―se apresuró a decir―. No les voy a reclamar. Sólo quiero que sepan que no pueden engañarme ―Al decir lo último le echó una mirada a Tom. Este solamente se encogió de hombros―. Pero no los llamé para eso…―repuso después. Entrelazó sus dedos, jugando con los pulgares con nerviosismo ―, chicos, yo quiero saber… quiero saber cómo van las cosas con Camille.
Bill y Tom se miraron de nuevo, extrañados.
―Van bien ―respondieron de nuevo a coro, encogiéndose de hombros.
―¿Podrían no hacer todo el mismo tiempo? Me ponen nervioso…
―Bien ―dijeron de nuevo al unísono. Se miraron mutuamente y soltaron una carcajada.
―Chicos, chicos…esto es serio ―inquirió Gordon.
―Lo sentimos —habló Tom por ambos―. Ahora, continúa ¿qué quieres decirnos?
―Bueno… sé que les dije que todo esto duraría alrededor de un mes ¿no? ―Los chicos asintieron―. Bueno, las cosas no salieron como las planeé, y tendremos que alargar el proceso un poco.
―¿A qué te refieres? ―preguntó Bill.
―No puedo darles detalles, ustedes lo saben ―sentenció Gordon―. Pero necesito que sigan así como van durante otro mes, más o menos.
―¿Con respecto a qué? ―preguntó Tom confundido.
―Con respecto a tener a Camille ―respondió Gordon―. ¿Están bien hoy?
De repente los chicos recordaron. Era gracioso, después de un mes en Francia prácticamente habían olvidado cómo conocieron a las chicas, y el porqué de su acercamiento.
―Oh, claro... eso.
―Sí, eso. Necesito que mantengan a Camille con la duda ¿entienden? Si aún no los ha matado es porque realmente quiere saber que quieren ustedes. Así que… simplemente necesito que mantengan el misterio un poco más, estoy seguro que ella no va a matarlos antes de saberlo.
―¿Y qué hay después de saberlo? ―preguntó Tom―. Gordon, de todas las misiones esta ha sido por mucho la más difícil, y lo peor de todo es que no sabemos porqué lo estamos haciendo… ¿Qué tiene de especial Camille, eh? ¿Por qué ella? ¿Es por su padre?
―Les diré en el momento que deba decírselos ―dijo Gordon con un tono de voz irrefutable―. Eso es todo, y no más preguntas.
―Sólo una más ―inquirió Tom levantándose de su silla―. ¿Vas a lastimarla?
Gordon tragó con dificultad, respiró hondo, y después de una gran pausa de silencio, murmuró:
―Si llegara a hacerlo, no es mi intención.

―●―

Camille recibió por la tarde una llamada de Caleb. No sabía para qué era, ya que siempre que era para algún nuevo trabajo también citaba a Brokelle, y ésta vez sólo quería que fuese ella. También dudó porque recién habían llegado de París, y normalmente entre misión y misión había un par de semanas de receso.
Aún así no debía faltar, de modo que se alistó, tomó las llaves del auto, y partió rumbo a la mansión. Como siempre los guardias la saludaron al entrar, ella simplemente les sonrió y se adentró aún más con el auto, hasta finalmente encontrarse frente a la entrada de la casa, donde estacionó su auto y salió para subir los pocos escalones que constituían el pórtico.
Alfred la guió hasta la oficina de Caleb, dónde él esperaba por ella. Cuando Camille entró, se encontró con la silueta de su padre mirando por la ventana hacia el exterior. Caleb había pedido estratégicamente que hicieran esa ventana allí, dónde tenía una vista hermosa del jardín. Así, dándole la espalda a la recién llegada, le pidió que tomase asiento. Minutos después, cuando terminó de fumar su habano, se sentó en su escritorio y buscó algo entre sus gavetas.
― Listo ―dijo cuando lo hubo encontrado. La extendió una llave a Camille, algo a lo que ella respondió frunciendo el ceño:
― ¿Qué es esto? ―preguntó ella.
―Las llaves de tu auto ―dijo Caleb―. Originalmente lo compré porque creí que te divertirías en París con él, pero luego me di cuenta que dejándolo allí no hacía nada. De modo que mandé a traerlo…
―Oh, genial ―Camille tomó las llaves del auto, aunque un poco precavida―. Gracias, Caleb.
Él sonrió, y luego preguntó:
―¿Quieres ir a verlo?
Camille asintió. Ambos se pusieron de pie y atravesaron el patio trasero de la mansión hasta llegar a lo que parecía ser, una habitación bastante espaciosa. Era allí en realidad, dónde Caleb guardaba con recelo los autos que poseía. Entraron por una puerta al costado, Caleb encendió las luces y Camille vislumbró su auto frente a ella.
―Le hice un par de cambios ―mencionó mientras lo rodeaba―. Lo he pintado de negro―Camille sonrió satisfecha, el color negro le daba un toque más refinado―. También le puse cuero sintético a los asientos… y… eso. No quise cambiarlo mucho.
―Ha quedado increíble ―inquirió Camille, asomando su cabeza dentro de la ventanilla para tocar los asientos.
―Puedes llevártelo y dejar el Camaro aquí, pero será después de que hablemos.
―Sí, seguro…―Camille le echó un último vistazo a su auto, y luego le dirigió una mirada a Caleb―. Gracias ―pronunció apenas audible. Caleb sonrió, y ambos caminaron de vuelta a la oficina.
Una vez que cerraron la puerta, Caleb se sentó frente a Camille.
―¿Recuerdas, hace un par de meses atrás… los tipos que estuvieron saboteando los encargos de la Organización?
Camille asintió, y de inmediato a su cabeza llegó el nombre de Evan.
―Bueno, para nadie es un secreto que realmente no lograste matarlos ¿no? ―Caleb se echó carcajada, de esas que Camille odiaba, y antes de continuar, encendió un habano.
―Evan ¿cierto? ―cuestionó Camille arqueando una ceja. Caleb se levantó, y comenzó a fumar dando vueltas alrededor de la habitación, algo que comenzaba a ponerla nerviosa.
―Evan, tú… muchas cosas me lo dijeron —respondió Caleb.
―¿Y a qué quieres llegar con esto? ―preguntó Camille―. Sí, no pude matarles. Son muy astutos, y no tengo ni la menor idea de quienes son ―mintió.
―Una suerte que yo sí lo sepa ¿no crees? ―replicó Caleb.
Camille se tensó de inmediato y tragó con dificultad. Para suerte de ella, Caleb estaba mirando el ocaso desde la ventanilla, y no pudo reparar en su repentino cambio de expresión.
―Y… ¿quiénes son? ―Camille quiso por un instante que su padre estuviese equivocado, y mientras tanto Caleb se mantuvo en silencio un par de minutos, hasta terminar de fumar su habano. Finalmente volvió al escritorio, y tomó el control remoto de la pantalla intrincada en la pared, la encendió. Caleb pidió que se voltease y mirase, y frente a sus ojos, una después de otra, se mostraban imágenes de Tom.
De inmediato sintió una punzada directa a su corazón, y una oleada de sentimientos que la azotaban con violencia. Sin embargo no debía mostrarlo, debía disimular lo mejor que pudiese frente a Caleb, por mucho que le costase lograrlo.
―Tom Kaulitz ―comenzó a decir él―. Veintiséis años, alto, y bastante astuto. Trabaja para alguien… lamentablemente aún no sé quién. Pero eso no tiene importancia, ya sabes que matar al mensajero siempre da un mensaje.
Camille estuvo a punto de decir algo, pero Caleb se adelantó:
―Estuvo en París, ¿lo sabías, no? ―Camille asintió―. ¿Nunca lo viste? ¿Tal vez en un supermercado?
―No, nunca lo vi ―Camille hablaba con naturalidad, en algunas ocasiones se le daba muy bien el fingir. Aún así, aquel sentimiento de opresión en su pecho continuaba.
―El chico no es fácil… puedes pedirle ayuda a Brokelle si quieres. Hoy no la llamé porque quería hablar contigo solamente.
―Sí, lo haré. Y… dime, ¿sabes… algo más de él aparte de eso?
―No, pero pronto la tendré. Ya tengo a varios hombres trabajando en eso.
―¿Cuánto tiempo crees que vayas a tardar? ―preguntó ella.
―Una semana, aproximadamente ―respondió Caleb―. Lo quiero muerto cuanto antes, ha estado causándome muchos problemas.
―Lo sé ―dijo Camille―. Yo haré lo que pueda―Cuando aquellas palabras salieron de su boca, Camille sintió que algo dentro de ella se quebraba. Pero debía hacerlo, no tenía otra opción más que matarlo―. Yo…debo irme.
―No olvides las llaves de tu auto ―mencionó Caleb antes de que Camille partiese. Ella se volteó un instante para tomarlas, y finalmente pudo salir de allí. Se sentía…
No sabía cómo se sentía. No sabía cómo reaccionar.
Algo en ella se sentía diferente, como una sensación de vacío y culpabilidad. La situación, Tom, su padre… todo se lo recordaba. Había luchado tanto para reprimir aquellos recuerdos, y ahora se estrellaban contra su memoria sin ningún tipo de piedad…
―Pero papá, yo… yo sé que él no lo hizo ―objetó la castaña, y en sus ojos cristalizados se reflejaba el dolor que la quemaba por dentro.
―Lo siento, Cam. No hay vuelta atrás, debes hacerlo.
―¡No quiero, no puedo! ―gritó y una lágrima quemó su mejilla en el recorrido―. ¡Yo lo amo!
―Él sólo te usó, Camille. No te ama, y nunca lo hizo. Es sólo un traidor, y debes hacerlo pagar.
―¡No lo haré, papá! ¡No puedes obligarme!
―Tarde o temprano sucederá, Camille ―refutó el hombre―. Si no lo haces tú, lo haré yo.
Camille cerró sus ojos con fuerza, tratando de borrar aquella escena de su memoria. Desactivó la alarma del auto, y se adentró en él, camino a casa.

―●―

Brokelle miraba entretenida una película de esas de comedia romántica, no era una gran fanática, pero Charlotte había insistido tanto que no pudo negarse. La llegada de Camille fue anunciada por el portón eléctrico, Brokelle pudo distinguir que el auto de Camille no sonaba como usualmente lo hacía, así que pausó la película, y caminó hasta el garaje al encuentro con su amiga.
―Oye, lindo auto ―dijo cuando abrió la puerta y vio la nueva adquisición de su amiga. Pero cuando Camille bajó no parecía emocionada, sino más bien… consternada. Brokelle frunció el ceño, al tiempo que se acercaba cada vez más a Camille.
Cuando la tuvo frente a ella, pudo notar que estaba pálida.
―Cam, ¿Estás bien?
―Necesito hablar contigo ―inquirió Camille y por el tono que empleó, Brokelle supo que algo no andaba bien. La pelirroja siguió su paso, y Brokelle se volteó para seguirla también.
―¿Broke, no verás la película? ―preguntó Charlotte cuando la rubia pasó a su lado, encaminándose hacia el piso de arriba.
―Más tarde ¿vale? Debo hablar con Camille.
Charlotte asintió, y Broke continuó su camino. Cuando hubo llegado a la habitación, encontró a Camille sentada a los pies de la cama, ligeramente encorvada apoyando sus codos en sus piernas, y con sus manos tomándole el cabello por los lados. Algo muy típico de ella cuando estaba nerviosa.
―Cam, ¿qué sucede?
Ella guardó silencio unos segundos, absorta en sus cavilaciones. Brokelle aún aguardaba en el umbral de la puerta.
―Otra vez está sucediendo, Broke ―murmuró finalmente después de un minuto. Brokelle tragó con dificultad y se acercó con pasos delicados hacia ella. Su corazón comenzó a latir desbocado, como si luchase por salirse de su pecho.
―¿Qué… qué está sucediendo de nuevo?
―Tengo que matarlo ―dijo con un hilo de voz―. A Tom…debo… matarlo.
―Oh, por Dios ―soltó Brokelle plasmando la consternación en cada una de sus facciones―. Camille…pero… ¿cómo?
―Caleb se ha enterado ―respondió la pelirroja. Aunque su voz sonaba ahogada a causa de la posición.
―Pero… podemos hacer algo, puedo hablar con papá y…
―No servirá, Brokelle ―replicó Camille―. Debo hacerlo...
―¿Y Bill? ―preguntó con un nudo en la garganta, la rubia.
―Aún no sabe nada de él ―Camille sintió los brazos de Brokelle abrazándola―. Yo… yo no quiero hacerlo, Brokelle.
La rubia le abrazó más fuerte, y no dijo ninguna palabra más. Nada que ella pudiese decir haría que la situación cambiase, o fuese mejor. Aún cuando Brokelle lo supo, no quiso decir nada. Lo supo desde que Camille no pudo matarlo cuando estuvo frente a ella, lo supo porque ella sintió lo mismo con Bill.
La diferencia entre ellas, era que Camille aún no superaba la muerte de él, y de alguna manera se sentía culpable al estar con otro hombre. Pero Brokelle lo sabía, por mucho que Camille lo negase, Tom había tenido un impacto fuerte en ella, y lo tuvo justamente, porque le recordaba… le recordaba sobre él. Aún cuando Camille no lloraba, aún cuando su orgullo le ganaba y no sollozaba, la herida permanecía allí, más dolorosa que nunca.
Ella se volteó para abrazar a Brokelle, y una fotografía cayó desde las piernas de la pelirroja hasta el piso de madera. Era aquella fotografía, la de ellos dos juntos, se había hecho añicos al caer al piso.
Y ahora permanecía allí, irreparable… destrozada como la misma Camille por dentro.



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6 Response to Capítulo 19 «Al Filo Del Abismo»

13 de diciembre de 2010, 6:03 p. m.

ay no no puede matarlo, dios que padre le pide hacer eso a su hija, bueno su padre peor no uu.
encima que espera gordon para decirle a bill y tom porque tienen que estar cerca de ella, aw esto no me gusta nada, tengo mucha steorias en mi cabeza, y una de esas no quiero que sea asi. aw me encata.

13 de diciembre de 2010, 8:38 p. m.

A ver por donde empiezo???
Jajaja primero la parte divertida, Tom esta solo me hace reír demaciado, y que lindo cuando le pide el beso, es hermoso, como ya de verdad y no jugando, jajaja y también cuando hablan al mismo tiempo que risa y Gordon así como O.o suficiente me poenen nervioso...

Ahora si la parte seria. Me cago en Caleb es un hijo de puta, pobre Cam, esa chica esta hecha mierda o más bien Caleb la hiso mierda, ahora que por fin había encotrado alguien que la hacia olvidar todas la mierda que es su vida, lo tiene que matar y todo por la maldita obsecion de Caleb, que se vaya al carajo!!!!!
Y me parece que en este cap demostró que puede escribir más que escenas graciosas y cosas estúpidas, si no que también cosas serias y sentimentales, me encanto y adoré el final:
"Ella se volteó para abrazar a Brokelle, y una fotografía cayó desde las piernas de la pelirroja hasta el piso de madera. Era aquella fotografía, la de ellos dos juntos, se había hecho añicos al caer al piso.

Y ahora permanecía allí, irreparable… destrozada como la misma Camille por dentro."

No puedo esperar a leer el otro!

13 de diciembre de 2010, 10:22 p. m.

Maldito Caleb lo odio por hacer eso a Camille y no es la primera vez !desgraciado es un hijo de p**a que se pudra maldicion no puedo dejar de maldecirlo y Cam pobre esta destrozada quien es el chico que Cam mato me dejas con la intriga de ver esa foto ...
Maldicion se acerca el final de la temporada *_* lo siento no puedo dejar de maldecir , ya ves el puto de Caleb me ha puesto asi x/
Broke se preocupo por Bill joder ella sabe que no pueden matarlos tendran que hacer algo para que esta tragedia no suceda de !NUEVO !
--------------------
waaaaaa le destrozaron la nariz a TOM *lloro*
ese malditoo encima de atrevido con Cam viene y le pega a Tom x(

― Anda, podríamos hacer cochinadas por la noche…― Dijo Tom a manera de incentivo. Camille no pudo hacer más que echarse una risa.

Si tiene razon ni de borracho cambia porque el es Tom jijiji

Que lindo cuando Tom le pidio un beso de buenas noches awwwwwww me derreti ahi mismo jajaja Tom no le quiso contar a Bill de sus celos es un orgullosos de la ptm
Y Cam tambien no queria contar de sus celos a Broke ellos dos son =
Adoro el capi aunque no me asimilo el hecho de que ya acabe esta temporada x( pero habran
ms temporadas verdad ?
hasta que yo me haga vieja ( eso que tengo 16 xD )seguiria leyendo xD
Que hermosa cancion tan triste justa para la parte en que Cam queda destrozada por culpa de ese hijo de ************* que es su padre *joder y lo vuelvo a repertir *
Ya mejor me voy para dejar de decir tonterias xD
Me largare a leer la otra biografia xD
el jueves sin duda esperare el capi 20

13 de diciembre de 2010, 10:47 p. m.

Aquí estoy yooooooooooooo!
Me ha parecido tan lindo cuando Cam le limpiaba la sangre a Tom ♥_♥ Y no sé porqué pero me gusta ver en los Fics cuando Tom se pelea xD es que eso lo hace ver más macho de lo que es kajskasjaksj te juro que me encantaría verlo pelear en la vida real o.o pero que no le pase nada, que él gane xD Y Gustav defendiendo a su amigo n.n Apuesto que Bill estaba en mambo con Broke ¬¬º pero qué se iba a meter el chico, se le malogra la manicure xD

"― Anda, podríamos hacer cochinadas por la noche" ..... O.o Aún no comprendo, no me cabe en la puta cabeza como Cam puede ser tan fuerte xD yo me hubiese metido bajo las mantas sin que él me lo pida ¡te lo juro! me hubiese aprovechado muy bien de la situacion hahahahahah

"― Yo digo que lo droguemos con morfina hasta que se le pase el dolor" ..... hahahahaha Bill hijo de puta xD amé esa parte tan cruel xD

Y la parte en la que Tom le cuenta a Bill el porqué de la pela hahahah y se pone a fantasear con el tatuaje y su espalda O.O se me hizo tan sexy leer eso, no se pero es que viniendo de Tom todo lo veo sexy xD

"― Lo gracioso es que aún no te la follas, y ya tienes una compromiso con ella. Irónico ¿no?" ....¡ Exacto, Tom! Asi que no me jodas y acepta de una puta vez que te mueres por Camille ò.ó Lo siento ando medio histérica d.d Pero es que este hombre me saca de mis cabales.... ¿cabales? Eso me recuerda a "Tranquilo vaquero" xD ok no sjaksjkasjaksjaksj

"― Si llegara a hacerlo, no es mi intención.".... que??? No no!!! Gordon hijo de mierda no le hagas nada a Cam o juro que te matooooo ò.ó aún no tengo idea de cómo pero te mato maldito bastardo (?) Defiendo a mi diosa con garras y dientes (?) Dios, no sé que me pasa hoy que ando muy agresiva o.o Quiero saber porqué Gordon hace todo esto! Qué esta pasando? Cual es el secreto e.e

O.O Cam matará a Tom O.O POR LA PUTA MADRE! Nooooooooo T______________T Yo sabía que esto pasaría, juro que lo sabía u.u Caleb ya no me cae! Lo hace aposta, él sabe la verdad sin embargo se hace es idiota y manda para que Camille lo mate ¡hijo de puta! He aquí otra vez mi agresividad xD

Eso de cursiva, o sea los recuerdos,.... ehm, quiere decir que Cam mató a alguien a quien ella amaba? O.O ¡mierda! Por eso es así un poco fría y eso o.o pobrecita u.u y ahora debe matar a Tom que aunque no lo acepte lo quiere ♥_♥
Nunca pensé ver a Cam tan débil T____T me ha dado tanta pena, es que... djkahdjkfhjsfh (?) No puede pasarle otra vez, no puede matarlo, Caleb no puede hacerle esto de nuevo, no se da cuenta que su hija sufrirá por ello? O.o ¡Mal padre! Ahhhhhhhhhhhhhhhh! Sou por favor, sube pronto el siguiente captítuloooooo *grito desesperado*

Yo de Camille mato a Tom y luego me mato yo :D así todos felices :D oh oh! pero antes mato a Bill y a Broke :D y también a Gustav y a .... no no! a la Rubia Tonta no la mato, la dejo viva para que se quede sola y sufra xD

Quiero saber qué sucederá después de esto, Tom no puede morir, y mucho menos Cam o.o quiero más a Cam que a Tom xD
Quiero que Caleb muera de infarto al corazón o.o O mejor ponme en el Fic y le meto uno de sus habanos por el culo y se muere de cáncer al orto ò.ó ok no xD

Me he tenido que venir a una cabina de internet abajo de mi edificio porque mi teclado está malogrado ¬¬º y necesitaba comentar, no podía esperar hasta mañana a comprar el teclado xD
Sólo he alquilado media hora (soy pobre) xD
el capi me encantó (: y ya vi que faltan 5 capítulos para que se termine la temporada ahhhhhhhhhh! Esto debería ser una película ♥_♥
Juro que siempre imagino con que alguien importante se meta al inter y vea esta historia y diga: Oh! Sería una buena opción para hacer una peli (: siempre pienso eso xD Sería genial ♥

ahora me voy que se me acaba el tiempo ¬¬º
Te adooooooooooooooooooooooooooro ♥

13 de diciembre de 2010, 10:49 p. m.

Mierda! Menudo comentario el mío xD
Sigue prontooooooooooooooooooooooo

the flacks
15 de diciembre de 2010, 8:17 p. m.

SIGUELA MUJERRRR!! ESTA INTERESANTISMO!!!
POR DIOS ELLA LO TEIENE QUE MATAR?...QUE MALO CALEB...Y QUIEN ES EL?...CAMILLE TUVO UN AMOR?.....WAOOOO!!!...ME DEJAS CON UNA INTRIGAAAAA....