Capítulo 28 «Olvida la urgencia, apresúrate y espera.»

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           La luz del sol apenas comenzaba a emanar por la ventana. Su rostro se iluminó, a lo que ella respondió abriendo ambos ojos de golpe. La cabeza le dolía, tanto que no le quedó más que gemir. Hubiese querido masajear sus sienes, de no haber sido porque tenía las manos atadas. Un hilo de sangre bajaba por la frente, le incomodaba, pero no podía hacer nada al respecto.


          Tenía la garganta seca, y estaba sedienta. De pronto la puerta se abrió de golpe, y en el umbral se encontraba un hombre, tan alto y robusto que aunque sin verle los ojos ya se sentía intimidada. No conforme con el tamaño de su cuerpo, en sus manos llevaba una navaja, afilada minuciosamente para cortar piel humana con la suavidad de un bisturí.


          Sus ojos grises plasmaron el pánico en la totalidad de sus pupilas. Él se acercó, con pasos toscos y los pies pesándole. Cuando la luz finalmente iluminó su rostro, los ojos de Camille vieron una gran cicatriz que iba desde su ceja derecha, pasando por el tabique de su nariz, hasta la mejilla izquierda. Tan grotesca y descuidada como la mano que sostenía el afilado cuchillo.


          Con una de sus manos la tomó del pelo, tan fuerte que ella gimió de dolor. La obligó a echar la cabeza hacia atrás, ella cerró sus ojos con fuerza. No quería ser testigo de su propia muerte. La navaja se acercó a su cuello, aquel cuello tan blanco y pulcro, pero que ahora comenzaba a mancharse de color rojo. El color de la sangre, de su sangre.


          Un corte limpio, el filo se deslizó desde la vena yugular hasta el otro costado de su cuello. La sangre comenzó a emanar como agua en una cascada.

          En ese instante la presión fue demasiada, y Tom despertó de golpe. No pudo evitar llevar ambas manos a su cuello, verificando que no tuviese ningún corte. Lo había sentido como si fuese él a quien mataban, pero no fue así. Fue aún peor, porque mataban a Camille.

          El dolor era tan irreal que temblaba. Las manos sudándole frío al igual que su rostro. En la oscuridad no pudo ver nada, salvo la silueta de Carolina acostada a su lado. Decidió calmarse, aunque su corazón latía y parecía no querer detenerse. Necesitaba control de su propia respiración, pero sobre todo, necesitaba saber que Camille estaba segura.

          Se levantó de un brinco. Escuchó a Carolina balbucear algunas cosas cuando él iba saliendo, sin embargo no le dio importancia y siguió caminando. Cuando estuvo frente a la habitación de Bill supo que no tenía tiempo para tocar. Entró, prendió la luz, y se acercó hacia Bill.

          Brokelle utilizaba su antebrazo para taparse de la luz, y cuando advirtió en quien había irrumpido así en el dormitorio, tomó más de la cobija de Bill para tapar su cuerpo semi desnudo.

          — ¿¡Qué sucede!? — Preguntó Bill, tallándose los ojos.

          — Bill— Tom se agachó a la altura de su gemelo— Bill, dime que la encontraste. — Susurraba las palabras, como si tuviese miedo de que Brokelle la escuchara. Bill le dirigió una fugaz mirada a su novia, a ella le temblaba la mandíbula.

          Se levantó sin decir nada, tomó a Tom del brazo y prácticamente lo arrastró hasta afuera de la habitación, en el pasillo. Nunca había visto una reacción como la de Tom, en esos momentos. Sus ojos brillaban en la penumbra de la oscuridad con miedo, las diminutas gotas de sudor formando una capa brillante en su frente, la garganta moviéndose de arriba abajo mientras él tragaba.

          — Bill, necesito saber que está bien— le dijo, casi rogándole.

          — Tom, hicimos lo que pudimos— comenzó a decir— la hemos buscado por todas partes, su auto aún está en el bar al que fue. Pero… nadie la ha visto, no tenemos idea de cómo buscarla.

          — Tengo que encontrarla, Bill— refutó, casi con ira en la mirada.

          — La encontraremos, Tom— Bill lo tomó de los hombros— lo haremos, pero no ahora. Espera a que amanezca, y por lo que más quieras, no actúes así frente a Brokelle. La pones más nerviosa de lo que ya está.

          — No esperaré a que amanezca. — Masculló, la mirada con un tinte amenazador. — Iré por ella, Bill. Ahora.

          — Tom, tienes que calmarte.

          — ¡No me pidas que me calme! — Vociferó. Ahora reparaba en que ambas, Brokelle y Carolina, estaban de pie en el umbral de sus habitaciones, observando la escena, completamente perplejas.

          — No me pidas que me calme— volvió a repetir en un murmullo, sacudiéndose un poco para soltarse de Bill. Con zancadas se fue hacia su habitación, ignorando por completo la presencia de Carolina.

          Bill miró a Brokelle, como si le preguntase que debía hacer. Ella simplemente asintió, y Bill entendió perfectamente. Se adentró en la habitación con ella. Iba a ser un largo día.








•••




          El reloj del auto de Tom marcaba las 4 de la madrugada. Por suerte el bar al que Camille había ido recién comenzaban a cerrarlo, y tendría suerte de hablar con alguno de los bar-ténder.

          Tom estacionó el auto con rapidez, el auto derrapando en la calle y sus neumáticos chillando por la fricción. Atrajo un par de miradas, pero le importaban poco. Los tres salieron del auto a paso rápido, Brokelle ganándose algunas miradas lascivas y Bill enfadándose más de lo que debía.

          Cuando entraron el lugar estaba vacío, las luces comenzaba a apagarse excepto los bombillos de la barra en color neón. Allí, un hombre limpiaba la superficie negra, llena de círculos de agua, causados por las bebidas. Tom se acercó, y él chico podía sentir el halo de amenaza a su alrededor.

          — Ya hemos cerrado— les hizo saber, lanzándoles una mirada fugaz a cada uno.

          — Estamos aquí por otra cosa. — Dijo Tom— necesitamos saber si has visto recientemente a una chica, la dueña de aquel auto. — Tom señaló el Chevrolet Camaro que se encontraba en el estacionamiento. El chico trató de hacer memoria.

          — Oh, sí. Ha estado allí desde hace dos días — murmuró, mientras continuaba limpiando las mesas— pero no, no recuerdo quién era la dueña. Deberían llevarse el auto, un día más aquí y lo van a demoler.

          Tom gruñó.

          — Vamos, chico. Tienes que haberla visto. Tiene el cabello rojo, es alta y…preciosa.

          — Es difícil no prestarle atención— agregó Bill.

          — Lo siento, no puedo ayudarles— se encogió de hombros. A Tom le pareció más bien, que no quería ayudarles. Inclinó su cuerpo hacia adelante, pasando sus manos por encima de la barra, lo tomó de las solapas del cuello de su camisa, y lo acercó a él.

          — Será mejor que hagas un esfuerzo si no quieres morir degollado aquí mismo— le masculló, las palabras más que amenazas parecían látigos. El chico tragó con dificultad.

          — Creo… creo haberla visto bailar con un chico rubio, luego ambos se fueron en su auto. —Lo dijo tan rápido que Tom tuvo que tomarse un momento para asimilarlo — Fue la única chica pelirroja que vi por aquí, lo juro.

          — ¿Estás seguro? — Tom aprisionó más el cuello del chico.

          — Vamos, Tom. Déjalo, el chico no sabe nada— Bill lo tomó de los hombros y lo hizo hacia atrás, obligándolo así a soltar al empleado. Cuando estuvo libre comenzó a toser audiblemente.

          Tom sacudió los brazos para que Bill lo dejara. Su rostro era la expresión pura de la rabia, pero sabía que no debía desquitarse con un simple bar-ténder por haberla visto irse con algún chico. Bien, al menos ahora tenía una pista de quién había sido el desgraciado que la secuestró.

          Por otro lado, los celos ayudaban con la causa de hacerlo sentir más miserable. Se dirigió a su auto, y arrancó a toda velocidad.

          En el asiento trasero, Brokelle trataba de hacer memoria sobre personas que trabajaran en el negocio raptando. Ella misma había contratado a algunos, pero ninguno era rubio. Necesitaba saberlo, necesitaba recordar. Si no lo hacía pronto, corría el peligro de que mataran a Camille… si no es que ya lo habían hecho.








•••




          Ethan había preparado todo, pero Camille lo había arruinado con dos simples palabras. “Estoy secuestrada” Ahora debía largarse de allí, y dejar el teléfono de Camille tirado en algún lugar, no había pensado en la posibilidad de que tuviese GPS.

          Su auto ya estaba listo, dejaría la casa de campo y se trasladaría a una un par de horas más alejada. En realidad allí se sentiría más seguro, dado que una casa de campo con puertas de madera cualquier persona podría derribarlo. Pero ahora la llevaría a un viejo galerón que era más seguro.

          La durmió, le ató las manos y los pies y le tapó la boca con cinta adhesiva. Así, la cargó hasta la cajuela del auto y la dejó allí. Luego de asegurarse de que no pudiese abrir la puerta, se sentó en el asiento del piloto y comenzó su viaje. El sol comenzaba a salir frente a sus ojos, debían ser las 5 de la mañana.








•••




          Gustav les abrió la puerta, los ojos entrecerrados y el cabello rubio alborotado. Ya les había reprendido bastante cuando les llamó por teléfono, de modo que por el momento debía limitarse a ayudarles en lo que ellos quisieran. Aparentemente habían secuestrado a Camille, y querían rastrearla con el GPS de su teléfono. Después de todo, Ethan había tomado una decisión sabia…

          — Te debo una, Wolfgang— le dijo Tom siguiéndole los pasos.

          — No una Tom, muchas— la última palabra la enfatizó, volteándose para dirigirle una mirada amenazante a todos. — Bien, no digan ni una sola palabra — Les advirtió antes de abrir una puerta que daba a una habitación muy bien camuflada. — Ya saben, lo que hago no es lo más legal del mundo.

          Los tres asintieron. Gustav digitó una clave en una especie de pantalla, luego posicionó su dedo índice, y una voz de mujer que salía de la computadora le hizo saber que finalmente podía entrar. Tom se sorprendió de momento, pero luego pensó en que sería de mucha ayuda.

          La habitación era de un color gris muy intenso, repleta de máquinas entre las cuales sólo pudo distinguir las computadoras, por las demás nunca en su vida las había visto. Gustav las encendió todas con un solo botón, luego se sentó en una silla giratoria, y se volteó a ellos.

          — Bien, soy de ustedes.

          — Necesitamos localizar el celular de Camille— le dijo Brokelle. Gustav asintió.

          — ¿Alguien sabe el número del móvil?

          Tom lo dijo tan rápido que todos los presentes tuvieron que clavar su mirada en él. Por un momento se sintió cohibido.

          Gustav dio vuelta en su silla para quedar frente al monitor, los chicos contemplaron como digitaba un montón de cosas a una velocidad casi inhumana, cerraba y abría programas, a veces maldecía, y otras veces decía “bingo”. Tom sólo esperaba que todo funcionara.

          — Bien, tenemos las coordenadas. — Murmuró con la vista fija en la pantalla — Ahora veremos que hay allí— Abrió otro programa, ese no se veía tan complicado, pensó Tom. Digitó otro par de cosas, y en un segundo apareció la foto de una vieja casa de campo en alguna finca.

          — Eso es lo que les tengo. Es lo único que hay en varios kilómetros a la redonda.

          — ¿Puedes darnos la dirección?

          — Tardaran un par de horas en llegar— les dijo— Tal vez 4 o 5.

          — No importa— replicó Tom — ¿Es en Frankfurt?

          — Sí, no ha salido del estado.

          — Bien, eso es todo. Gracias Gustav— Se acercó y le dio un abrazo fugaz, al que el rubio se mostró ligeramente reacio. —Es hora de irnos. — Después de eso salió prácticamente corriendo al auto. Sería un viaje largo, aunque con su auto y si la carretera estaba vacía, se ahorraría un par de minutos más.








•••




          De nada había servido el sermón de Bill, sobre decirle a su hermano que se calmase, si cuando llegaron a su destino abrió la puerta de una patada. Si Bill era el bueno con las armas, Tom era probablemente el mejor dando golpes. Más de una vez su gemelo había tenido que salvarlo de peleas callejeras, cuando eran unos niños, y antes de conocer a Gordon.

          Para suerte de los tres, no había nadie. Revisaron la casa cuarto por cuarto, de todos modos no era muy grande. A Tom le dio rabia no encontrar a Camille, hasta pateó un par de paredes, sin embargo cuando pateó una vieja cama, descubrió el celular de Camille bajo el colchón. Lo tomó de inmediato y llamó a Brokelle y a Bill de un grito.

          — ¡El hijo de puta se la llevó! — Gritó Tom estrellando el aparato contra la pared.

          —Tranquilo, no todo está perdido— Les dijo Brokelle— Llamen a Gustav.

          Bill le marcó sin siquiera replicar. Al parecer Gustav sonaba bastante molesto por llamarlo a esas horas de la mañana, pero Bill logró persuadirlo para que les ayudase de nuevo.

          — Pide el nombre del dueño de la casa— le murmuró Brokelle a Bill. El pelinegro le hizo caso, luego puso el altavoz para que los demás escucharan.

          — Les juro que voy a cobrarles— replicó Gustav. Por su parte se escucharon las teclas. — ¿Qué rayos quieren?

          — El nombre del dueño de la casa de campo. — repuso Bill.

          — Mmm… al parecer murió hace 10 años.

          Todos suspiraron decepcionados, excepto Brokelle.

          — No importa, dinos el nombre.

          Gustav volvió a suspirar cansinamente.

          — Dave Ebel.

          Brokelle dio un respingo, como si la hubiesen punzado. Antes de que todos entendiesen su reacción, ella dijo en un alarido:

          — ¡Ethan Ebel!

          Las miradas de ambos gemelos se clavaron en ellas. Ni siquiera se habían percatado de los tonos que les indicaban que Gustav ya había colgado. Bill frunció el ceño.

          — ¿Qué sucede con él?

          — Mi padre lo contrató un par de meses atrás— le respondió— Se dedica a eso, a raptar.

          — ¿Estás segura? — Preguntó Bill, estirando el brazo para detener a Tom que ya había comenzado a caminar a paso rápido.

          — Claro que lo estoy Bill.

          — Bien, ahora ¿dónde lo encontramos?

          — Llama a Gustav, y pide la dirección de todas las propiedades a nombre de Dave o Ethan Ebel. Ese hijo de puta no tiene idea de con quién se ha metido.

          Bill y Tom se limitaron a seguirla.

          Ya en el auto volvieron a llamar a Gustav, el cuál esta vez no se mostró tan molesto como las veces anteriores. Comenzaba a entender lo que podía sentir Tom cuando Camille estaba secuestrada.

          — Bien, a nombre de Dave Ebel tengo tres propiedades. A nombre de Ethan ninguna… pero tengo una a nombre de una chica llamada Candace Ebel. — Bill miró a Brokelle, esperando a que ella dijese que debían hacer.

          — La dirección de la propiedad de Candace.

          — ¿Estás segura? ¿Crees que esté allí?

          — Claro que no. — respondió Brokelle, siguiéndole los pasos. — Sería estúpido si estuviese allí. Pero podríamos usar a su hermana como carnada.

          A Bill no le gustaba como sonaba lo que Brokelle decía. Era la primera vez que la veía con ese aire tan…amenazador.

          — ¿Estás segura que es su hermana? — preguntó Bill, ya en el auto.

          — Lo supongo— dijo— además, ¿Cuántas familias inglesas de apellido Ebel pueden haber aquí?

          — ¿Y si es la chica equivocada? — Esta vez Bill se ganó una mirada fulminante.

          — No lo es— le aseguró la rubia— nos informaremos antes de… atacar. —Con la última palabra los ojos de Brokelle se iluminaron.

          Llegaron antes de lo previsto. Al parecer la casa no era tan alejada, un barrio cerca de donde Camille y Brokelle vivían. Tal vez hasta la hubiesen visto ya, pero no le hubiesen puesto mucha atención.

          Brokelle prometió encargarse de todo. Le dio un par de golpes a la puerta, no debía ser más tarde del mediodía, por lo que no se preocupó en despertar a nadie. Supuso que Camille era la única que dormía hasta esas horas.

          La puerta se abrió y dejó al descubierto a una chica rubia, de grandes ojos verdes y un niño de unos 3 años cargado en los brazos. El parecido a Ethan era inminente, y Brokelle supo que ella debía ser su hermana. Sin embargo debía preguntar, y asegurarse. De modo que fingió su mejor sonrisa, y la voz le salió limpia y tersa al dirigirse a ella.

          — Buenos días, ¿es usted Candace Ebel?

          La chica le lanzó una mirada desconfiada antes de espetarlo un crudo “Sí”.

          — Déjeme presentarme— dijo Brokelle, y estrechó la mano— Soy Kam Müller.

          La chica seguía mirándole con una desconfianza que hasta Tom y Bill dentro del auto, podían percibir. Brokelle supo que debía decir algo más sobre ella si quería que la dejase pasar.

          — Soy una detective y trabajo para la Policía Federal de Frankfort. Hace unos días hubo un robo en este mismo barrio, y estamos haciendo un par de preguntas a los vecinos. ¿Estaría dispuesta a hacerlo?

          — Yo no he visto nada— respondió la rubia, tajante—. Tampoco sé de ningún robo.

          A Brokelle comenzaba a agotársele la paciencia. Se planteó a sí misma que debía tomar otra alternativa, dejando de lado cualquier indicio de lástima o compasión.

          — Estás haciendo esto muy difícil— Brokelle murmuró, casi para sí misma. Ladeó la cabeza a ambos lados, verificando que nadie estuviese viendo. Cuando volvió a mirar a la chica, esta –para su suerte- estaba inclinada de lado para poner de pie al bebé que antes cargaba. Cuando volvió a la posición original, Brokelle la recibió con un rápido golpe en la nariz, lo cual hizo que sangrara y que minutos después, cayera al piso inconsciente.

          Volteó la cabeza para hacerles una seña a Bill y Tom. Al verla los gemelos bajaron casi de inmediato del auto, fijándose a cada momento si alguien los estaba viendo, lograron entrar a la casa, alzar el cuero inerte de la chica, y finalmente cerraron la puerta.

          — No era necesario golpearla— mencionó Bill, buscando entre gavetas alguna información sobre Ethan.

          — No estaba cooperando— repuso la rubia— además, cuando se despierte probablemente no recuerde nada.

          Bill se mantuvo en silencio y continuó buscando. Tuvieron la delicadeza de no destrozar cuartos o alguna otra cosa por el estilo. Se esmeraron por no mover mucho las cosas, y por sobre todo, no dejar pruebas. Bill se encargó del niño, debió taparse el rostro con alguno de los trapos que estaban en la cocina, pero logró mantenerlo calmado y lo dejó en su habitación.

          Podía escuchar a Tom maldecir cada vez que su búsqueda fallaba, y no era para menos. Brokelle comenzaba a tirar de las gavetas en lugar de cerrarlas, y todo el ambiente se estaba tornando demasiado abrumador. Los ojos de Brokelle ya comenzaban a verse cristalizados.

          En cierto momento, y en un último intento por encontrar algo acerca de Ethan, escucharon la voz de Tom llamándoles desde la habitación. Las miradas de Broke y Bill se conectaron casi de inmediato, y sin perder más tiempo se dirigieron hacia donde Tom.

          El pelinegro tenía entre sus manos un papel arrugado y amarillento, que había encontrado en un baúl en la mesa de noche de Candace. Allí había un par de garabatos que constituían un número telefónico, y abajo en letras casi indescifrables, decía el nombre “Nate”.

          — ¿Qué tiene que ver el nombre Nate en todo esto? — preguntó Bill, quitándole las palabras de la boca a la rubia.

          — Es Ethan al revés— respondió Tom, casi con esperanza en la voz.

          — Faltaría una “H” — añadió Brokelle, y comenzó a dar vueltas en la habitación, tomándose de la barbilla— Aunque claro, Nahte sonaría extraño. ¿Creen que deberíamos llamar?

          — No lo sé— respondió Tom— El número estaba escondido, probablemente la chica no quería que nadie lo viese.

          — Y lo tiene apuntado, lo cual significa que aún no se lo aprende. Si Ethan trabaja como todos, cambia su número telefónico al menos una vez al mes.

          Los chicos conectaron sus miradas de inmediato.

          — ¿Llamamos? — se cuestionaron al unísono. Brokelle asintió respondiendo por los tres, pero fue Tom quién tomó el teléfono y discó el número. Con cada tono, el ritmo de su corazón parecía acelerarse más.








•••




          Ethan pensó, en el momento en que su teléfono comenzó a vibrar en el bolsillo trasero de su pantalón, que la llamada no podía ser más inoportuna. Le había dado el número a la única persona que era importante para él, su hermana, y había sido muy específico cuando le dijo que no llamase, sólo si era realmente necesario.

          Dejó de cargar a Camille, la posicionó en un viejo sofá que había en el galerón, y tomó su celular para contestar. Como lo supuso, al ver la pantalla, era su hermana quién llamaba.

          — Candy, más te vale que sea una verdadera emergencia. — Amenazó mientras esperaba escuchar la voz de su hermana, pero nadie hablaba. Sin que él advirtiese, Camille comenzó a despertar de a pocos, y al no reconocer dónde estaban, no tuvo mejor idea que preguntarlo en voz alta, haciendo que él se volteara bruscamente.

          — ¡Cállate! — le gritó, y Camille reparó en el celular que tenía en su mano. Aún estaba demasiado desubicada como para entender qué estaba sucediendo, de modo que se limitó a fruncir el ceño.

          — ¿Quién demonios habla?

          Tom, quién antes estaba callado por simple nerviosismo, ahora se encontraba callado por ira pura. Había reconocido la voz de Camille del otro lado.

          — Déjala ir, hijo de puta— masculló las palabras, y a Ethan le recorrió el pánico por toda la médula espinal.

          — ¿¡Quién demonios habla!? — repitió, esta vez más enfadado.

          — Tu peor pesadilla, imbécil— espetó— Déjala ir, o no volverás a ver a tu hermana.

          — ¡Deja a mi hermana! — vociferó, con ganas de estrellar el aparato contra la pared si en aquel instante no estuviese necesitándolo. — ¡Deja a mi hermana o te juro que la mato!

          — ¡Ethan! — Se escuchó una voz en suplica. Candace había despertado, y el rubio sintió que su corazón se encogía en su pecho.

          — Déjala ir, o te juro que le cortaré la cabeza a tu hermana y te la enviaré en una maldita caja.

          Ethan terminó la llamada sin decir palabra alguna. Debía llamar a Caleb y decirle sobre la situación. Todo se le estaba saliendo de las manos, y no se perdonaría nunca que a su hermana le hiciesen algo.

          Camille miraba la escena con cierta burla. No sabía quién había llamado, pero sabía que pronto la rescatarían de ese asqueroso lugar. Por otro lado le divertía ver como Ethan caminaba de un lado a otro maldiciendo, tomándose del cabello y con los ojos llorosos. Ya no se preocuparía, contemplaría como el plan de Ethan se iba a la mierda, y esperaría paciente su rescate.

          Cuando finalmente alguien contestó el llamado del rubio, reconoció la voz grave y tosca de Caleb. No sabía su nombre, y lo único que recordaba era que había mentido diciéndole que se llamaba Tom Kaulitz, de modo que mataría dos pájaros de un tiro. Engañaría a Camille, y no comprometería la identidad de la verdadera mente detrás del secuestro de la pelirroja. Lo llamaría por ese nombre.

          — Señor Kaulitz, estamos en problemas.

          Y de repente sabía la identidad de la persona que la había secuestrado. Un dolor de cabeza la acechó casi de inmediato, acompañado por un sentimiento de angustia que hacía que todo en ella se estremeciera de… odio.


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5 Response to Capítulo 28 «Olvida la urgencia, apresúrate y espera.»

19 de febrero de 2011, 5:07 p. m.

Tengo que aceptar que por un momento quedé muy confundida con la introduccion, jaja fue como O.o pero por dicha después se aclaró por que casi muero.
Tan lindo Tom como se va todo loco a buscar a Bill y Broke WTF toda vergonsuda! xD
No se cuantas veces he dicho que amo a Broke, pero lo voy a decir una vez más: AMO A BROKE!!!!!!!!
Esa chica es toda amo como es toda dulce y luego toda ruda, cuando golpea a la otra vieja es como wuajaja *diablillo* Es simplemente adorable.
Y que hermoso Tom cuando llama a Ethan, uuuu tan varonil! *baba ragandose* jajaja. Me encantó esta parte:
"— ¿¡Quién demonios habla!? — repitió, esta vez más enfadado.
— Tu peor pesadilla, imbécil— espetó— Déjala ir, o no volverás a ver a tu hermana."

Uy y ahora Cam va a creer que fue Tom el que la secuestró *mano pegando en la cabeza*
U____________U Que dificil con esos dos!

En fin excelente como siempre, me encanta la canción y todo es perfecto! ;)

22 de febrero de 2011, 9:20 p. m.

O.O mierdo mi corazón se paralizo en la primera parte ,pensé que era de verdad xD
Fue un maldito sueño de Tom ohhhhhh no me imagino el dolor que siente Tom y los celos cuando le dijeron que había estado bailando con un chico pobre se sintió “ miserable “ , parece que Bill y Broke se comunican telepáticamente jejeje solo con las miradas
¡joder ¡ Tom cállate asustas mas a Broke y Carolina un momento STOP Carolina = Crica …! Coños ¡recién me doy cuenta *no dijo cerebro de pollo* oh mierda Crica te envidio Tom te folla a cada rato debes estar que brincas con un pie – no lo creo exageero- ….
Si Ethan , Cam arruino tu plan con dos simples palabras. “Estoy secuestrada” si adoro a Cam tan valiente * mi corazón se hincha de tanto orgullo * yo hubiera dicho no te preocupes estoy “super “ , lo admito soy una cobarde “ pero ni tanto “jajajaja
y ahora se la lleva a otro lado como harán para encontrarla no me acordaba que existía GPS ( así se llama ) , pero Tom es muy astuto asi que no me preocupo tanto “ mentira estoy que tengo pesadillas por Cam o.O
Gustav hace tiempo que no sale y ahora su trabajo es tan importante ayudar a salvar a Cam ¡
Broke me había olvidado esa parte suya de ser asesina y su instinto se parece al de Cam sin piedad cuando se trata de alguien a quien quieres ♥
Nooooooooooooooooooo Camille no le creas ¡ Ethan idiota tenias que decir Kaulitz maldito Caleb , sigo sin creerlo como demonios harán para convencer a Cam ella están testaruda matara a Tom de una …
Me has dejado sonsa en la ultima parte con razón decias que hiba a haber acción en las segunda temporada , el tráiler lo decía todo , creo que me alcanza el tiempo para el siguiente capi me voy ………………………………

amy
23 de febrero de 2011, 11:00 p. m.

siempre tan GENIAL tu fic me ENCANTA sigue asi

4 de marzo de 2011, 1:16 p. m.

Nooooooooooooooooooooooooooo, porqué eres tan trágica T_________T pero me encanta xDDD
Okay, consultaré mis Tweets xD siempre que leo, pongo las cosas que me impresionan en Twitter y luego lo leo antes de comentar xD
A ver, al principio creí que en verdad Cam había muerto D: No me lo podía creer, y fue así como que... o sea lo leí, me quedé en la parte de la "yugular" y volví a leer desde el inicio porque dije: "Debe estar hablando de otra persona" Pero luego leí un poco más (la segunda vez) y me di cuenta que era un sueño de Tom xDDD y pude respirar con alivio xDD Quise matarte ¬¬º xD
Y Tom estaba tan asustado por Cam n.n lo amo lo amo joder que yo amo a ese hombre feo (porque sí, me he dado cuenta que Tom es bien feo D: Míralo bien, es medio deforme, pero así lo amo xD El poder del Feo es más fuerte que todo, y por eso ¡Power Ugly Power! ¡Activated (? ok no xD)
Todo desesperado preguntándole a Bill si la habían encontrado, tan lindo el desgraciado feo de mierda xD Y luego me ignora mientras estoy en la puerta ¬¬º Imbécil, no me follarás más en tu vida (mentira) xD
Ohhhh, y cuando le dice al tipo del bar: "Tiene el cabello rojo, es alta y...preciosa." Descripciones para más exactas xD Estas enamorado hasta las trenzas mal hechas que tienes, Tom xD Y te amo por eso (:
Y Gustav O_____O Me recordó aun comercial de un Instituto de computación que hay aquí y salé un Monstruo (literalmente) y dice: Porque si estudias en "..." serás un monstruo en computación xDDD Y se me vino la imagen de Gustav tipo monstruo xDD No me hagas caso ¬¬º xD Y amé la parte de "Bingo" es estúpido, pero lo amé xD
Tom siempre me sorprende, cuando tumbó la puerta O_O Juro que mataría por verlo hacer eso, verlo así todo molesto, furioso, rompiendo cosas, agresivo, y luego estoy yo a unos metros de él, toda indefensa y frágil, pequeña, y luego viene y se aprovecha de mi O____O xDDDD Es una fantasía que tengo hahahahahaa
Brokeeeee, me encanta cuando sale así de mala, gran puteando a todo el mundo por su amiga (: "Ese hijo de puta no tiene idea de con quién se ha metido." Es tan adorable, y otras veces es tan... justo así xD Y lo de usar a la hermana como carnada hhahahahahah Broke es una desgraciada en el fondo xDDD Y el menudo golpe que le mete a la pobre mujer ajsdhsjdkhajkhajdh me cagué de risa con eso xDDD
Y la llamadaaaaaaaaaaaaaaa ahhhhh, tom te amooo maldito amorfoooo xDD "Déjala ir, hijo de puta......— Tu peor pesadilla, imbécil." Lo aaaaaaa mooooo xDDD Es tan lindoooo, tan ajshjdkhadjkhad Y cuando le dice lo de la cabeza de su hermana hahahahahahahhaha Tom de mierda, el más cruel xDD
Y el final D: Cam va a pensar que el del secuestro es Tom y él no tiene nada que ver T_____________T Al contrario, está como un loco buscándola D:
Caleb es un hijo de puta .l. ahhhhhhhhh y el otro Nate o Ethan o como sea que se llame también ò.ó Tom, sácale la cabeza a la hermana y mándasela en una bolsa de basura color negra, nada de cajas, una bolsa de basura, así como caca (? ok me moleste ¡cuidaoo! xDDD

PS: A mi hermano le gustan las canciones que pones xD Y quiere saber de quién es esta canción y como se llama xD

Me paso al siguiente capi, te amooooooooooooooooou ♥

Anónimo
21 de febrero de 2013, 10:59 p. m.

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